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Orense: la “zona azul” española

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Galicia es conocida por tener una alta esperanza de vida en comparación con otras regiones del país. Y entre sus localidades destaca Orense por la cantidad de centenarios que viven en ella, lo que ha hecho que sea considerada como posible «zona azul». Analizamos sus claves para que se anime a ponerlas en práctica: le ayudarán a vivir más años con excelente salud.

Se conoce como “zona azul” aquella que cuenta con un alto porcentaje de centenarios. Son regiones, generalmente pequeñas localidades, en las que es habitual ver a personas con 100 años o incluso más. Y además llegan a esa edad con un excelente estado de salud, siendo menos frecuentes que tengan enfermedades asociadas a la vejez como párkinson, demencia…

Hasta la fecha existen cuatro regiones que cuentan con esa denominación de zona azul: la isla de Okinawa (Japón), la Península de Nicoya (Costa Rica), la Isla de Icaria (Grecia) y la localidad de Loma Linda (California, Estados Unidos). (1)

Pero a ellas podría sumarse muy pronto otra localidad, en este caso española: Orense.

¿Qué tiene de especial Orense?

Galicia es conocida por tener una alta esperanza de vida en comparación con otras regiones del país. Y eso que España ya es uno de los países más longevos del mundo. De hecho, se estima que en 2040 la esperanza de vida de los españoles será de 85 años de media. (2)

Pero el caso de Galicia -y especialmente el de Orense- es muy significativo. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2021 en Galicia había 1.823 centenarios de media (2.163 en el caso concreto de Orense).

Esto equivale a 75 centenarios por cada 100.000 habitantes. Y en regiones concretas de Orense, como Tierra de Celanova, habría 252 centenarios por cada 100.000 personas. ¡Estamos hablando de siete veces más que la media española!

Ello hace que esta localidad gallega tenga serias posibilidades de formar parte de ese mapa de zonas azules. Y lo cierto es que actualmente se están realizando estudios que confirmen ese “diagnóstico”, además de para determinar el cómo y el porqué de esa cantidad de centenarios.

Evidentemente, parte de esta excelente longevidad se debe a los adelantos médicos producidos en las últimas décadas y que benefician a todos.

A ello, algunos expertos añaden la especial condición genética de la que parecen gozar los gallegos; lo que a su vez guarda una estrecha relación con la orografía de la zona.

Tisanas estación

Y es que muchas poblaciones gallegas, como es el caso de Orense, son de difícil acceso. Ello hace que sus habitantes queden en parte aislados, lo que tiene otra consecuencia: si en esas regiones viven algunos centenarios, muy probablemente sus descendientes también llegarán a cumplir los 100 años, perpetuando de este modo una población centenaria.

No obstante, el factor genético solo tiene un mínimo peso sobre la longevidad en comparación con los hábitos diarios. Y si no que se lo digan a las poblaciones niponas que emigraron de Okinawa (célebre zona azul) a Brasil, donde la tasa de centenarios comenzó a decrecer. (3)

4 lecciones de nuestros “superabuelos” gallegos

Si analizamos la literatura científica que existe sobre «zona azul», rápidamente podemos ver que estas regiones tienen varios puntos en común. Serían algo así como los ingredientes de la “receta de la longevidad”:

  • Mucha actividad, pero cero estrés. Todas las zonas azules son pequeñas localidades rurales en las que sus habitantes llevan una vida más activa a la par que sencilla. Sobre todo si lo comparamos con la ciudad, caracterizada por un estrés nefasto para la salud. Además, las vidas de sus habitantes se caracterizan por una actividad física moderada, pero cotidiana, y realizada al aire libre (pastorear, cultivar…), lo que aumenta el bienestar.
  • Consumo ecológico. Muchos centenarios cultivan e incluso crían todo lo que necesitan de alimento. Y esto, además de evitar el contacto con contaminantes presentes en productos industriales, garantiza una alimentación rica en frutas y verduras, además de pobre en azúcares artificiales y grasas malas. Asimismo, los platos son más frugales y la cocina es más sencilla (con mucho hervido, a la plancha o al vapor), de efectos antiinflamatorios. Todo lo contrario a lo que ocurre en la alimentación propia de las ciudades.
  • Sentimiento de utilidad y menor soledad. Es habitual que los habitantes de estas regiones sigan trabajando hasta prácticamente el último día de su vida. Ello hace que se sientan mucho más útiles, lo que beneficia a la salud mental y eso repercute en el bienestar general. Pero esto también tiene otra consecuencia de innegables efectos sobre la salud: el destierro de la soledad. Si no, baste pensar en las personas mayores que viven en la ciudad y que, en muchos casos, son prácticamente olvidadas por la sociedad cuando se jubilan. Ello puede hacer que se vean como una carga para esa sociedad, pero también para sus familias, lo que afecta a su estado de ánimo y aumenta el riesgo de depresión y otros trastornos cognitivos.
  • Mentalidad positiva y vitalista. En su mayoría los centenarios de las zonas azules son más positivos respecto a su vida. La mayoría ve los “años extra” que está viviendo como un regalo que hay que disfrutar y aprovechar al máximo, aunque sin exigencias. Además, tienen una relación diferente con la muerte. De acuerdo con un estudio portugués, pese a ser conscientes de su proximidad, la mayoría no la teme ni se obsesiona con ella. De hecho, los que más piensan en ella sienten más dolor y padecen más enfermedades que el resto. (4) (5)

Ya conoce los ingredientes para seguir cumpliendo años en un excelente estado de salud, incluso superados los 100 años.

¡Anímese a ponerlos en práctica!

Fuentes

1. El término de “zona azul” proviene del estudio que realizaron Michel Poulain y Gianni Pes sobre los lugares con más centenarios del mundo, cuando fueron marcando esas zonas con un rotulador azul.
2. Kyle J Foreman, Neal Marquez, Andrew Dolgert et al.: “Forecasting life expectancy, years of life lost, and all-cause and cause-specific mortality for 250 causes of death: reference and alternative scenarios for 2016–40 for 195 countries and territories”. The Lancet. 2018.
3. Saori Inoue: “Los inmigrantes japoneses en brasil durante la segunda guerra mundial y la postguerra”. Universidad de salamanca. Departamento de Historia Medieval, Moderna y Contemporánea. 2013.
4. Pinazo-Hernandis, Sacramento. (2016). “Una revisión de la investigación en centenarios: factores psicosociales en la extrema longevidad”. 16. 10.21892/01239813.168.
5. Lia Araújo y Oscar Ribeiro. “Pensamentos sobre fim-de-vida em idosos centenários”. CINTESIS. Portugal.2019.


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