Este verano, para disfrutar toda la familia juntos, hemos alquilado una casita en plena montaña, rodeada por un sendero de largo recorrido (GR), es decir, por un itinerario para senderismo de más de 50 kilómetros.
A las 7 de la mañana empezaban ya a llegar los primeros ciclistas. Con su bicicleta de montaña o todo terreno (BTT) de última generación, su equipación de colores ajustada, su casco y sus gafas de sol, salían a surcar las cumbres con una energía abrumadora. Entre una y dos horas más tarde vemos cómo descienden a toda velocidad, mientras llegan los corredores de montaña, también numerosos y normalmente equipados con relojes electrónicos que les permiten calcular el desnivel a cada instante.
Pero hasta media mañana no llegan los senderistas. Por lo general son alegres jubilados que suelen ir en grupo, con su picnic a cuestas, bastón en mano y a veces acompañados de alguno de sus nietos.
Es evidente que entre las nuevas generaciones el senderismo clásico está en decadencia (aprovecho para decirlo), lo cual es una pena.
Fue en el siglo XIX cuando apareció el senderismo como deporte o actividad de ocio. Hasta entonces sólo se caminaba cuando había que hacerlo. Hoy, correr o montar en bici tiene más éxito que el senderismo porque son actividades que requieren más energía y con las que nos cansamos antes.
No obstante, el senderismo es un deporte en toda regla. De hecho, tiene tantas ventajas que podría considerarse uno de los mejores deportes que existen.
Caminar es un deporte muy completo, basado en un mecanismo de doble péndulo compuesto por piernas y brazos.
Para caminar hay que realizar la siguiente secuencia de movimientos: primero nos ponemos de pie y basculamos el cuerpo hacia adelante, lo que provoca un efecto caída que se frena al lanzar una de las piernas hacia adelante. De forma natural, la pelvis comienza una rotación, ya que este movimiento se realiza apoyando la pierna opuesta. Para contrarrestar esta rotación, los brazos realizan un movimiento inverso al de las piernas, de forma que la pelvis puede mantener el mismo eje y, por tanto, es posible caminar recto.
A continuación, para recuperar el movimiento de caída durante toda la marcha, la pierna de atrás se proyecta a su vez hacia adelante utilizando su energía potencial, mientras que los brazos realizan un movimiento inverso, en el que utilizan esta misma energía potencial.
La secuencia comienza de nuevo y la marcha no termina hasta que el cuerpo no se endereza.
Tras varias horas de caminata, es posible que empecemos a sentir la espalda rígida y los hombros anquilosados. Para evitar estas molestias, hay que parar con regularidad para hacer estiramientos, especialmente de espalda y brazos.
Según los estudios epidemiológicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para mantener un buen estado de salud es necesario realizar una actividad física mínima de 20 minutos al día.
Un equipo internacional de 14 investigadores demostró en un estudio de 2008 que el número de pasos diarios recomendado es de 12.000 para mujeres de 18 a 40 años, 11.000 para mujeres entre 40 y 50 años, 10.000 de 50 a 60 años y 8.000 a partir de 60 años. Los hombres de entre 18 y 50 años deberían dar 12.000 pasos al día y 11.000 pasos a partir de los 50 años; en definitiva: de 8 a 10 kilómetros diarios para mantener un peso idóneo.
Caminar además resulta ser un deporte especialmente indicado para quienes padecen dolores crónicos, fibromialgia o artrosis.
Caminar no contamina, no hace ruido, no requiere motor ni instalaciones específicas.
Y es habitual que si se va a practicar senderismo se pueda regresar hasta el punto de partida en transporte público.
Se puede caminar en cualquier época del año. El esfuerzo que requiere esta actividad calienta el cuerpo, y por eso nunca se tiene frío al caminar. Basta con un chubasquero, unas botas y un paraguas para el mal tiempo, o con un gorro, una bufanda, unas manoplas y calzado forrado de suela gruesa para cuando haga mucho frío, y así se está preparado para poder caminar varias horas sin problema.
El riesgo de accidentes es muy bajo si se lleva un buen calzado y no nos adentramos en zonas peligrosas.
El mero hecho de caminar, debido a su ritmo lento, libera la mente. Nos permite descubrir nuestro entorno, observar el paisaje y la naturaleza a través de la vista, el oído y el olfato. Además, le llevará hasta rincones de otra forma inaccesibles.
Andar oxigena el cerebro y facilita la meditación. Una de las primeras escuelas de filosofía, la escuela peripatética, fundada por Aristóteles el 335 a. C. en Atenas, congregaba a alumnos que caminaban junto a su maestro. De hecho, el adjetivo peripatético significa en griego «aquello que se hace mientras se camina».
Desde entonces se han compuesto multitud de obras literarias, poéticas y filosóficas mientras se caminaba, como por ejemplo las famosas «Ensoñaciones de un paseante solitario», de Jean-Jacques Rousseau.
Caminar es un deporte que fomenta la amistad, ya que dos caminantes pueden hablar durante mucho tiempo sin que les falte el aire. Una caminata dura el tiempo suficiente como para llegar a hablar de cuestiones profundas, de temas íntimos. Estar el uno al lado del otro, en lugar de enfrentados (como por ejemplo en una cafetería), facilita la conversación.
Por eso es una actividad que hay que promover y enseñar a los niños desde su más tierna infancia. A veces requiere una cierta dosis de persuasión, ya que muchos niños están convencidos de que no les gusta caminar, pero si les llevamos por sinuosos senderos entre árboles, piedras y helechos se lo pasarán en grande, sobre todo si van en grupo.
¿Está haciendo los «deberes» y caminando un poco cada día? ¿Hay algún otro deporte que practique habitualmente? Le invito a compartir su experiencia con el resto de lectores de «Salud, Nutrición y Bienestar» dejando un comentario un poco más abajo.
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Personalmente, me gusta muchísimo caminar y hasta hace 2 años hacia larguisimas caminatas por Buenos Aires, que es una ciudad para ser caminada. Lamentablemente, ahora tengo artrosis por lo menos en una rodilla y el medico me recomendó no caminar mas de 20 cuadras, lo cual me limita muchísimo y también me frustra. Tambien he aumentado de peso desde entonces.
Si alguien sabe que puedo hacer para atenuar el impacto de la caminata, me encantaría que lo compartiera conmigo.
Saludos a todos!!!
Estimado J.M Dupuis:
Disfruto enormemente de sus newsletters de Tener salud y además me suscribí a los Dossiers en cuanto comenzaron (no hace falta decir que me parecen unos documentos con una información de valor incalculable). Por eso le doy las gracias por tratar de resarcir a los nuevos lectores sin menospreciar a los antiguos suscriptores, algunos como yo, que le seguimos desde el principio.
Dicho esto, le quería comentar mi experiencia con el senderismo. Yo soy una «chica» de 33 años, biciclista de ciudad, es decir, uso la bici como vehículo habitual en mi ciudad, Málaga. Me encanta pasear por el campo o la montaña con la bicicleta, pero cómo más disfruto de la naturaleza es haciendo senderismo. El ritmo del caminar te permite ser más consciente de la naturaleza que te rodea y observarla más atentamente. Además con el senderismo puedo notar como ejercito músculos de mis piernas que en la bicicleta no son tan necesarios. Desde pequeña me animaron a caminar…en familia, con amigos e incluso con amigos y familia juntos, hacer senderismo es una de mis actividades favoritas. Y si sirve de algo, puesto que no tengo hijos y trabajo como profesora, siempre aprovecho mis clases para hacer hincapié a los alumnos (no importa la edad) de lo importante que es hacer deporte y en especial senderismo, que nos permite estar en contacto con la naturaleza, sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás.
Gracias por su atención,
Le envío todo mi ánimo y fuerza para que sigan Vds. desarrollando su estupendo trabajo… y nosotros leyéndolo!
SALUDOS.
Candela.
Sugiero que para hacerlo más completo se camine con palos de «treking», o de esquí convenientemente modificados, estos si se utilizan adecuadamente y con la longitud adecuada distribuyen mejor el esfuerzo, sobretodo en subida.
Desde que me prejubllé de 40 años haciendo lo mismo y siempre sentada, me planteé hacer algo por mi cuerpo y me apunté a hacer senderismo un dia a la semana, corroboro los beneficios de los que hablas en el artículo y los beneficios enormes para el cuerpo y el alma. Acompañado este ejercicio de los dos palos y de dos dias de acquagym a la semana, os aseguro que me encuetro mejor que cuando tenia quince años.
Hola, tengo una gran inquietud por saber por que se afirmaba lo siguiente en el artículo de «cinco razones para dejar de comer pan blanco»:
«El trigo integral no es bueno para la salud, pero al menos contiene fibra, vitaminas y minerales.»
¿Por qué no es bueno el trigo integral?
Muchas gracias por los artículos, me parecen una muy buena manera de difundir hábitos saludables.
Por favor, donde ha podido leer que el trigo integral no es bueno para la salud? Desde cuando algo tan natural, puede ser malo? Yo he probado en mi cuerpo todo lo que he leído y leo desde los años 1954 en adelante, cientos de libros y practicado todo lo que considero «normal». Una forma muy natural de tomar trigo integral, es machacarlo a la hora de usarlo, e incluirlo en los cocinados con lentejas, cocidos etc. Esto lo hago hace más de 50 años, y tengo 76 casi 77 años. Hago pesas suaves (1420 Kg. 2 veces en semana) y ando 4,9 Km. diarios. Caramba con el trigo !!!!!
Estoy totalmente de acuerdo con lo que se dice en este artículo sobre los beneficios de practicar tanto la caminata como el correr.
Tengo 67 años y llevo corriendo desde los 34 años. Tengo 3 maratones en mi historial deportivo y muchas otras carreras de menor intensidad que la prueba reina.
Los efectos beneficiosos de haber corrido se han puesto de manifiesto incluso ante un aneurisma que sufrí en el año 2000. Salí de esta situación y un médico amigo me confirmó que no dudara que mi condición física (por ser corredora) había influido en mi recuperación.
Además de esto, mantengo mi peso con mayor facilidad (incluso comiendo de todo y tomando algún que otro vino o cerveza) y en mi entorno nadie me echa la edad que realmente tengo.
Esto es también una consecuencia de la práctica deportiva ya que tengo entendido que hay estudios realizados sobre la degeneración física de las personas que practican con asiduidad un deporte, y es que suelen retrasar en una década su deterioro hormonal.
Todo son ventajas practicando este deporte. Es verdad que al principio te cuesta tener constancia para salir cuando a veces no te apetece, pero también esto se mejora insistiendo en realizar el ejercicio. Llega un momento que tienes educada tu fuerza de voluntad y es ella la que tira de tí automáticamente sin que te suponga un esfuerzo adicional.
Otro de los beneficios son las endorfinas que te producen un efecto euforizante y te ayuda a tener mejor carácter y afrontar las dificultades de la vida con mayor comprensión y estímulo.
Os animo a todos/as a correr o a andar y sobre todo a las chicas, ya que vuestros huesos os lo agradecerán cuando vayáis cumpliendo años. Así me lo dijo un amigo corredor hace muchos años y he seguido su consejo «a rajatabla».
Saludos
Hola, cómo están les deseo un feliz año nuevo a todos por dedicarnos su tiempo para darnos buenos consejos.
Muchas bendiciones para todos,¡ah se me olvidaba! la receta del ajo; hay una parte de la formula que dice pomelo.
Hola Juan, sus investigaciones las encuentro muy útiles y científicas, por decirlo de alguna forma, y que pueden servir a toda persona, tenga problemas de salud o no, ojala no se canse de compartir con todos nosotros.
Un saludo grande.
Maria.
Mi señora y yo desde hace años, cada día salvo pequeños lapsus, hacemos un recorrido de 5 km = 0,50 min. Nos encontramos perfectamente tenemos 66 y 63 años y las personas que nos conocen nos dicen qué hacemos para estar tan bien conservados, pues ese es el secreto.
Gracias Juan por esas recomendaciones que nos ayudan para mantener una buena salud.
Holaaa!
Soy una chica de 42 años
Personalmente me gusta mucho caminar.
Tengo una perra a la que saco diariamente a hacer un paseo de aprox. 1 hora por alguno de los caminos del pueblo donde vivo. Ella lo disfruta muchísimo y la verdad que yo también
Reconozco que a veces da algo de pereza cuando fuera hace frio, pero al volver estoy como nueva!!!
Ese contacto con la naturaleza me hace estar más «conectada»… observo la salida o puesta de sol… los pajarillos… los campos… las flores…. algún saltamontes…. y me dejo llevar por esa sensación de bienestar que me invade.
En verano busco un sitio donde poder disfrutar más aun de la naturaleza… me encanta pasear por bosques húmedos forrados de musgo y helechos… descubrir riachuelos…
Me da vida!!!
Muchas gracias por toda la información que nos facilitas
Es estupenda y muy util 😉
Un abrazo
Tengo 67 años y llevo tres caminando 5 kilómetros diarios entre cinco y seis días a la semana. Mi estado de salud es perfecto pues así lo dicen los análisis periódicos que me hago, además mi musculatura se ha fortalecido enormemente, y en consecuencia mis cartílagos de las articulaciones también. Al no haber fumado en mi vida y haber llevado una vida saludable, mi capacidad respiratoria y estado físico es muy bueno, por lo que me permite caminar a un alto ritmo.
Animo al que esté leyendo este comentario a que haga lo mismo si todavía no lo hace, y notará rápidamente los grandes beneficios de esta práctica.
Me gusta pero no tengo con quien caminar y sola me canso
Bueno es caminar…pero caminar: No estoy de acuerdo con el adjetivo Aristotélico «peripatético”: caminar mientras se hace algo”. Si caminas…camina. Concentra tu atención en tu entorno, abre tus sentidos y concéntrate sin esfuerzo en tu respiración. Así también le harás un gran favor a tu mente, limpiándola de sus marañas cotidianas.
Aparte de los beneficios indudables que procura el caminar, yo lo que más noto cuando salgo, y salgo normalmente sólo, es la cantidad de pensamientos que te vienen a la cabeza, y como ello te obliga a reflexionar. Es realmente terapéutico el hablar contigo mismo, ya que probablemente no lo hagamos en todo el día, y sin embargo, mientras caminamos vienen a la cabeza múltiples recuerdos, reflexiones, etc. y le prestamos atención. Es decir que psicológicamente el caminar también nos mejora. Un saludo
Si, tiene razón. Andar además, es el ejercicio más natural que tenemos a nuestra disposición; la respiración, pensar y recapacitar sobre cuestiones que nos gusten o que tengamos pendientes, también es importante si no son excitantes. Las personas con Asma, los afectados de Epoc, los sedentarios etc. tienen en los paseos de varios kilómetros diarios, una buena fuente de normalización de nuestro organismo, ayudando a regular el peso, y tonificar el organismo.
Aún recuerdo hace 15 años cuando empezó mi menopausia que mi doctora solo me recetó caminar cada día. Yo le pregunté que durante cuánto tiempo y ella me respondió que para el resto de mi vida.
Tengo ahora 59 años y camino unos 6 km cada día, me siento mejor que cuando era jovencita, controlo mi diabetes sin medicación y mi alimentación es variada y completamente sana.
Un saludo,
caminar luego trotar y terminar corriendo es un buen habito deportivo
Una excelente actividad física que beneficia el cuerpo, la mente y el espíritu. Permite conectarse con uno mismo y el medio ambiente. Es económica y uno la puede realizar en cualquier hora del día, sin importar las condiciones climáticas. Solo hay que tomar las providencias necesarias para no sufrir lesiones y resguardar nuestra salud.
La recomiendo antes que correr para las personas mayores por los menores impactos sobre nuestro sistema óseo, articular y muscular. Como alguna vez dijo el fisiólogo sueco Astrand: «ojalá toda persona adulta tuviera un perrito para tenerlo como justificación para salir a caminar».