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Manual de supervivencia para la ruptura amorosa

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Los estudios científicos concluyen que la ruptura amorosa afecta más a la salud de los hombres que a las mujeres. Puede parecer increíble pero así se lo contamos aquí.

Los hombres, aunque no siempre lo reconozcamos, en realidad somos más sensibles a una ruptura amorosa que las mujeres.

No lo digo yo sino un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Copenhague a principios de año y publicado en Journal of Epidemiology and Community Health.

Esos científicos han analizado el impacto de las rupturas de pareja y la soledad en nuestra salud. Y se sorprendieron al descubrir que el desamor no solo influye en la salud emocional sino también en la salud física de las personas involucradas… pero solo entre los hombres.

¿Qué sucede en su cuerpo tras una ruptura amorosa?

Hasta ahora, los estudios han demostrado que la soledad tiene consecuencias negativas a largo plazo. Pero esta es la primera vez que los investigadores se interesan específicamente por las rupturas amorosas y sus efectos en la salud.

El estudio danés analizó una base de datos de 4.835 pacientes, de 48 a 62 años de edad, en un período de 26 años. Se recogió el número de rupturas sufridas.

Y también el tiempo que pasaban solas las personas tras haber sufrido una ruptura amorosa.

Paralelamente, los participantes fueron proporcionando muestras de sangre para evaluar los niveles de interleucina-6 y proteínas C, que son los dos principales marcadores de inflamación.

Los niveles altos de estos dos marcadores están notablemente relacionados con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, deterioro cognitivo e incluso mortalidad.

¿Son las mujeres “inmunes” a la ruptura amorosa?

Confieso que no me esperaba tal conclusión: Los científicos encontraron en los hombres una asociación muy clara entre el número de rupturas (así como los años de soledad) y la inflamación crónica.

Sin embargo, en las mujeres no pudieron documentar ninguna relación entre el nivel de inflamación y la ruptura. En otras palabras: el fin de una relación es mala para la salud de los hombres, pero no de las mujeres…

Los hombres que habían tenido la mayor cantidad de desengaños amorosos tenían marcadores de inflamación un 17% más altos que el grupo de referencia.

Más enfermedades mentales en hombres

Pero eso no es todo. Un segundo estudio demostró que el género masculino también tendría mayores probabilidades de sufrir enfermedades mentales, como depresión o ansiedad. El riesgo de suicidio incluso se cuadriplicaría con respecto al de las mujeres.

Este estudio solo se realizó en 47 hombres, un grupo muy reducido, pero aun así da algunas indicaciones interesantes, que van en contra de los prejuicios sobre los hombres.

Estos dos trabajos científicos rompen la imagen del hombre insensible y revelan el “corazón tierno” que se esconde bajo el caparazón masculino. ¡Olvídese del modelo del hombre sin escrúpulos que, como James Bond, salta indiferente de una relación a otra!

Contrariamente a la creencia popular, es la mujer la que estaría mejor equipada para enfrentar las decepciones en el amor.

Tenga en cuenta que no estoy diciendo que los desengaños no afecten a las mujeres. Sea hombre o mujer, una separación suele ser difícil de superar.

Por otro lado, las mujeres parecen recuperarse más rápido y tener menos “secuelas” que los hombres a largo plazo. ¿Cómo explicar esta diferencia?

Encerrados en sí mismos tras la ruptura amorosa

Para la Dra. Oliffe, quien dirige el Grupo de Investigación de la Reducción del Suicidio Masculino en la Universidad de Columbia Británica (Canadá): “la incertidumbre de los hombres sobre cómo resolver los problemas en una relación lleva a muchos a aislarse en lugar de buscar ayuda”.

Encuentro Artrosis

Los hombres que se enfrentan a períodos de transición en su vida, como lo es una separación, a menudo intentan evitar el conflicto.

Una vez separados, emplean estrategias para sobrellevar la ruptura amorosa, pero en general no suelen ser las más efectivas; algunos, por ejemplo, comienzan a consumir alcohol para sobrellevar mejor la ira, el arrepentimiento, la culpa o la tristeza.

En resumen, los hombres tienden más bien a querer aislarse de sus emociones, a enterrarlas en su interior en lugar de sacarlas. Pocos son los que se atreven a pedir ayuda, a confiar en un ser querido y, en general, a expresar su sufrimiento.

Sin embargo, estas serían algunas de las claves para sobrellevar mejor ese suceso doloroso.

El vínculo oculto entre las emociones y las enfermedades

Expresar las emociones ayuda a regularlas mejor y a recuperarse más rápidamente de la experiencia dolorosa. Y para esto, las mujeres parecen más dotadas que los hombres.

Un estudio publicado en la prestigiosa revista Plos One también ha demostrado que las mujeres tienen una mayor expresividad de sus emociones.

Por lo tanto, comunican sus emociones mejor que nosotros. Ellas hablan más sobre cómo se sienten. ¿Será este su secreto para superar mejor las situaciones difíciles?

Hoy sabemos que interiorizar las emociones negativas es malo para la salud. El miedo, la ansiedad o incluso la duda, la incertidumbre o el estrés estarían así relacionados con muchas enfermedades crónicas o agudas.

Estas emociones mal gestionadas podrían afectar a la digestión, al nivel de azúcar en sangre, al control del colesterol o a la vitalidad general.

Y también son capaces de acelerar la progresión de un cáncer, bajar la eficacia del sistema inmunológico o aumentar el riesgo de enfermedades coronarias. La clave está en la hormona cortisol. El estrés o situaciones estresantes (asociadas al miedo) aumentan el nivel de la misma, que tiene efectos inflamatorios y eso provoca que crezca el riesgo de sufrir esas patologías.

Manual de supervivencia para seres “abandonados”

A muchos hombres les cuesta expresar su sufrimiento emocional, por ejemplo llorando o contando confidencias, por miedo a que quienes le rodean lo consideren un signo de debilidad.

Pero como acabamos de ver, reconocer que sufrimos no es una debilidad, sino una fortaleza que nos ayuda a superar los momentos difíciles y limita el riesgo de somatizarlos (de que las emociones nos provoquen algún problema de salud).

Para ello, la palabra clave es: COMUNICAR. Este consejo es fundamental para no quedarse solo con el sufrimiento.

Y llegados a este punto me gustaría compartir con usted algunos consejos para intentar superar la angustia:

  • Escuche sus emociones. ¿Qué siente exactamente? ¿Siente tristeza, confusión, culpa o ira? Reconocer su sufrimiento y ponerlo en palabras le ayudará a domarlo.
  • Confíe en alguien cercano. Cuéntele por lo que está pasando, comparta sus dudas y su dolor. No tendrá una respuesta “preparada” para darle, pero le escuchará y eso es lo que importa.
  • Si siente la necesidad, escriba sus sentimientos en un cuaderno. También puede escribir una carta a su ex pareja (aunque luego no se la entregue). Lo más importante es poder sacar sus emociones negativas (de palabra o por escrito).
  • No se avergüence de llorar si tiene ganas. Las lágrimas contienen diferentes hormonas y moléculas que actúan sobre el dolor y la depresión (prolactina, leucina cerebral, opiorfina…). También ayuda contra el estrés.
  • Esfuércese por cuidarse, haga actividades que le gusten, vea a sus amigos, intente relajarse.
  • Si es necesario pida ayuda a un terapeuta (psicólogo, psiquiatra…). Una vez más, no hay nada de qué avergonzarse. Los “sufrimientos del alma” deben tomarse tan en serio como las enfermedades que afectan a nuestros órganos.

No olvidemos que el tiempo cura todas las heridas, y también que una pareja que no nos quiere tampoco nos conviene. Quererse y querer a los que nos quieren es la clave. Y solo será cuestión de tiempo que estemos listos para embarcarnos en otra relación.


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