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Miel para la piel: esto es todo lo que puede aportar

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Cicatrizante, suavizante, calmante, antiséptica… La miel posee muchísimas propiedades buenas para la piel, ya sea para un uso cosmético o para ayudarle a curar heridas y lesiones. Le decimos cómo usarla en cada caso.

Casi todos la tenemos en la despensa, pero desde luego no pensando en sus utilidades para el cuidado de la piel.

Sin embargo, hay que saber que la miel, alimento presente en tantas y tantas casas cuando el frío aprieta por ser un gran estimulante del sistema inmunitario, es también una auténtica maravilla para el tratamiento de las afecciones cutáneas y para mantener el buen estado de la piel en general.

De hecho, con una buena miel se puede rehidratar de forma duradera, pero también repararla y favorecer la cicatrización cuando ha sufrido lesiones.

Conozcamos más en profundidad cómo actúa.

Un excepcional activo dermocosmético

Las fantásticas propiedades de la miel a nivel cosmético se deben a su composición única, de en torno a:

  • Un 17% de agua.
  • Un 80% de azúcares, la mayoría simples (glucosa y fructosa).
  • Un 3% de otras sustancias, entre ellas lípidos, proteínas, minerales como hierro, potasio, cobre, calcio, fósforo y magnesio, muchas vitaminas (A, B1, B2, C…) enzimas, aminoácidos y varios antibióticos naturales.

Debido a su textura, se utiliza sobre todo en forma de mascarilla, en cataplasma o como ingrediente para bálsamos o cremas.

Pero lo cierto es que también actúa eficazmente diluyendo los aceites esenciales cuando lo que se busca integrarlos en el agua de baño.

Un poco de historia

El uso cosmético de la miel tiene en realidad miles de años de historia.

Cosechada y utilizada por el ser humano desde la noche de los tiempos por sus propiedades medicinales, los egipcios ya la utilizaban como elemento embalsamador y como cicatrizante en el vendaje de lesiones y heridas.

¡Y tenían toda la razón del mundo al hacerlo! Las propiedades curativas y cicatrizantes de la miel hoy día están fuera de toda cuestión. De hecho, incluso se utiliza en hospitales de Inglaterra y Bélgica en diversos cuidados de enfermería, como por ejemplo en caso de úlcera.

Beneficios de la miel para la piel

En cualquier caso, la ciencia ha revelado que la miel no solo posee un excepcional poder cicatrizante (hasta el doble que algunos apósitos de farmacia).

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Resulta que también tiene unos asombrosos efectos antisépticos y antiinflamatorios. Y es en la combinación de esas tres acciones donde se esconde el secreto de este potente curativo frente a todo tipo de heridas, incluso las más graves.

Eso sí, hay que reconocer que las propiedades antibióticas de la miel han sido probadas científicamente en laboratorio (in vitro) y aún no en las personas.

Tisanas estación

Cada tipo de miel tiene una actividad terapéutica propia, dependiendo de la planta de la que deriva, de sus concentraciones de principios activos…

De ahí que sea importante tener en cuenta los siguientes trucos:

  • Cuanto más oscura y pura es la miel, parece ser más poderosa contra las bacterias.
  • Cuanto más aromáticaes (esto lo determinan las plantas a partir de las que esté elaborada y su contenido en aceites esenciales), más potentes son sus ingredientes activos.

Este último es, por ejemplo, el caso de la ahora tan popular miel de manuka, originaria de Nueva Zelanda (la “manuka” es una planta aromática oriunda de estas islas). De hecho, ya se han desarrollado estudios que atestiguan su poder bactericida sobre los bacilos Staphylococcus aureus y Helicobacter pylori, dos de los más comunes.

Un poco más adelante va a conocer otros consejos para saber cómo identificar una miel de calidad. Pero ahora, antes de eso, sigamos viendo cómo usarla tanto en caso de molestias y dolores como en tratamientos cosméticos.

Dolor, trastornos cutáneos… Cómo utilizar la miel correctamente      

Aquí van algunos ejemplos de aplicaciones terapéuticas frente a lesiones y dolores comunes:

  • En caso de pequeñas heridas y/o golpes, las mieles de mirto, de manuka o de lavanda pueden reparar rápidamente la piel. Aplique una capa gruesa sobre la herida lavada con jabón y luego enjuagada. Cubra a continuación con una gasa o vendaje.
  • Frente al dolor de garganta, agregue en 1 cucharadita de miel de buena calidad 1 gota de aceite esencial (AE) de tomillo linalol, de árbol de té o de ravintsara. Revuelva y trague lentamente para aliviar el dolor o el enrojecimiento. Eso sí, esta solución no conviene a los menores de 6 años y no deben superarse las 5 aplicaciones diarias.
  • Cuando haya frío extremo, puede preparar un preparado terapéutico casero mezclando 1 cucharadita de miel con 2 gotas de AE de tomillo o de mirto en una taza. Agregue a la mezcla unas gotas de jugo de limón, vierta sobre ella agua hirviendo y revuelva bien. Esta bebida reconforta rápidamente, yendo especialmente bien en caso de resfriado.

En cosmética, la miel se considera un humectante eficaz, capaz de hidratar en profundidad la piel. Además, es bien tolerado por todos como mascarilla o como ingrediente para añadir a una fórmula reparadora y/o calmante.   

Le doy un par de ideas para usarla extrayendo todas sus virtudes:

  • Mascarilla de miel. La forma más sencilla de aplicarla, quizá, es mezclar 1 cucharada de miel semilíquida con 1 cucharadita de agua floral (de arándanos, de azahar, de lavanda, etc.). Aplique la mezcla con una brocha sobre el rostro limpio, deje actuar 15 minutos y aclare con abundante agua.   
  • Baño de miel. Lo ideal es mezclar en un bol 3 cucharadas de miel líquida con unas 10 ó 15 gotas de algún AE de efecto relajante y bien tolerado (lavanda verdadera, lavandín, etc.). Vierta el preparado en el agua caliente del baño para emulsionar y… ¡listo! Ya tiene su baño aromático de efecto terapéutico.       

Pero, ¿qué miel es mejor? ¿Cuál elegir?

Hay que atender tanto al origen geográfico y al tipo de flores que se han trabajado como a las prácticas, orgánicas o no, del apicultor. De hecho, en ocasiones vale más apostar por miel no ecológica pero que cumpla otras características.

El tema es tan complejo que prefiero recomendarle que lea este otro texto, donde la cuestión queda perfectamente clara.

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