Estimado Lector,
Ya está aquí el buen tiempo.
Y con él llegan ciertos cambios en los hábitos de salud y en las rutinas: ropa más fresca y ligera, cambios en la alimentación, más tiempo libre para disfrutar… pero ¡ojo! También hay más horas de luz solar y, por tanto, la piel y los ojos están más expuestos a la radiación ultravioleta (UV). Y este hecho se agrava si durante las vacaciones en la playa se abusa de lo que coloquialmente se denomina tumbarse al sol “como un lagarto”.
Desgraciadamente, hay quien aplica este dicho a rajatabla, pasando largas jornadas tostándose al sol para conseguir cuanto antes ese color dorado en la piel que tanto cree que le favorece.
El problema es que para escuchar ese “¡vaya moreno!” a la vuelta de las vacaciones, su piel paga un alto precio. A veces, demasiado alto.
Y es que la exposición excesiva a la radiación solar puede convertirse en una práctica de riesgo de nefastas consecuencias, tanto para la piel como para la salud en general. (1)
Si no me cree, mire lo que la búsqueda de una piel bronceada puede provocar:
– Quemaduras solares. Un daño superficial de la epidermis, la capa más externa de la piel, que causa enrojecimiento e inflamación (eritema) tras tomar el sol sin la adecuada protección. Pueden no parecen graves, pero la piel tiene “memoria” y en un futuro pueden acarrear consecuencias.
– Manchas solares conocidas como léntigos (con forma de lenteja), que aparecen con la edad y con la exposición solar prolongada. También pueden aparecer en forma de melasma, pequeñas manchas oscuras en la epidermis, provocadas por una radiación solar excesiva, entre otros factores.
– Fotoenvejecimiento. Al tomar el sol la piel sufre deshidratación que puede llevar a la pérdida de elasticidad y firmeza y la aparición de arrugas. Además, el sol produce un aumento de radicales libres en nuestra piel que llevan a un envejecimiento prematuro.
– Daños oculares. Se pueden producir reacciones inflamatorias en los tejidos del globo ocular, similares a las quemaduras solares, pero en los ojos. También se ha demostrado que la radiación UVB es uno de los factores de riesgo para padecer cataratas.
– Debilitamiento del sistema inmunológico. Cada vez hay más datos que confirman que la exposición solar, tanto de alta como de baja intensidad, disminuye nuestras defensas naturales dejandonos más expuestos a posibles infecciones, enfermedades y cáncer.
– Cáncer de piel. Cuando la exposición solar es prolongada y durante varios años, los daños en la piel dejan de ser superficiales y llegan a las capas más profundas, produciendo alteraciones y mutaciones en las células que pueden degenerar en un melanoma, un tipo de cáncer maligno del que su diagnostican 4.000 nuevos casos cada año en nuestro país. (2)
Pero no se asuste. Con el párrafo anterior no pretendo quitarle las ganas de volver a tomar el sol, sino invitarle a que lo haga de una forma moderada (haciéndolo así es extraordinariamente beneficioso, ya que permite al organismo sintetizar la vitamina D, fundamental para su salud).
Ni tampoco es mi intención privarle de tener un buen color de piel; usted está en su perfecto derecho de querer sentirse una persona más atractiva y mejorar su autoestima.
Simplemente me gustaría ayudarle a conseguir un bronceado saludable y natural sin tener que exponer su piel ni su salud a la radiación solar prolongada.
De verdad que puede hacerse, y le voy a explicar cómo.
Si le hablo de protegerse frente al sol es probable que inmediatamente piense en una crema con un factor de protección solar (FPS) adecuado y adaptado a cada tipo de piel. Pero, desde luego, no es lo más aconsejable, ya que las cremas solares habituales están repletas de sustancias químicas.
Así que le voy a dar otra idea.
Usted puede reforzar la protección de su piel desde “dentro” con alternativas naturales: son los llamados fotoprotectores orales naturales.
Se trata de sustancias, nutrientes y extractos que, ingeridos en la dosis adecuada, refuerzan la protección cutánea contra las quemaduras solares y previenen el cáncer de piel y el envejecimiento prematuro de la misma, al tiempo que refuerzan el sistema inmunológico.
La buena noticia es que la llegada del verano también trae consigo cambios en su alimentación: usted come más hortalizas y frutas de temporada, bebe mayor cantidad de líquidos, las sopas se cambian por el gazpacho y las legumbres apetecen más en forma de ensalada que como plato de cuchara. Y así llegan a su mesa algunos de estos nutrientes naturales con propiedades fotoprotectoras que pueden ayudarle por dentro y por fuera a conseguir un bronceado saludable sin tener que exponerse a la radiación solar.
Voy a hablarle de uno de los principales: los carotenoides presentes en las frutas y las verduras.
¿Sabe por qué se recomienda comer zanahorias crudas para mejorar y prolongar el bronceado?
Para encontrar la base científica de esta práctica debemos mirar en el interior de algunos alimentos de origen vegetal. Además de vitaminas, minerales, agua y fibra, algunos alimentos son especialmente ricos en unos compuestos denominados carotenoides.
Los carotenoides son pigmentos orgánicos responsables de la coloración roja, naranja y amarilla brillante de los pimientos, de las zanahorias, y también de los tomates, por ejemplo.
Los carotenoides están presentes en grandes cantidades en estas frutas y verduras, y al ser digeridos, se almacenan bajo la capa superior de la piel y le confieren un tono de bronceado natural.
Entre ellos, algunos de los más destacables son el beta caroteno, la luteína, la zeaxantina, la astaxantina y licopeno. Aunque pertenecen al mismo grupo, cada uno de los carotenoides ejerce funciones específicas en el organismo.
En concreto, el beta caroteno (y precisamente la zanahoria es uno de los alimentos con mayor contenido, junto con algunas algas) tiene actividad pro-vitamina A, es decir, que el cuerpo humano es capaz de transformar este caroteno en vitamina A, cuando se necesita. (3)
Así que si lo que busca es proteger su piel de la radicación solar, le alegrará saber que esta vitamina estimula la producción natural de melanina, un pigmento presente en la epidermis que es responsable de dar color a la piel (bronceado) pero sobre todo de protegerla contra la radiación solar. Si toma el sol en exceso, la melanina no da abasto” para absorber radiación solar y es cuando se producen las lesiones cutáneas.
Los estudios más relevantes sobre la suplementación con beta caroteno han demostrado que la toma de complementos con este carotenoide ayuda a prevenir las quemaduras solares y favorece y alarga el bronceado. Eso sí, se aconseja que estos complementos se tomen mínimo 4-6 semanas antes de la exposición solar. (4)
Por otro lado, tomar el sol de forma intensa disminuye los niveles naturales de antioxidantes, tanto en la piel como en la sangre, aumentando el riesgo de sufrir quemaduras solares y eritema. A la larga estos daños producidos por la radiación UV se van “acumulando” y pueden derivar en problemas más serios como fotoenvejecimiento y lesiones precancerosas.
Los carotenoides también ayudan en este sentido. Estudios clínicos revelan que estas sustancias, especialmente el beta caroteno y el licopeno, son los principales compuestos antioxidantes con efecto preventivo sobre la piel, pero también combaten la oxidación las vitaminas C y E, entre otros compuestos. (5)
Y no acaba aquí la capacidad de protección cutánea de los carotenoides. Otros estudios han relacionado el consumo de beta caroteno con una eficiente protección frente al cáncer de piel como consecuencia de la radiación UV, ya que es capaz de inhibir algunas especies reactivas de oxígeno (ERON, oxígeno silente) actuando como agente fotoprotector para bloquear las reacciones químicas que se producen en la epidermis. (6) (7)
En verano, no sólo la piel está más expuesta a la radiación solar; también lo están los ojos.
La retina -tejido muy vascularizado y expuesto a la acción de radicales libres- debe ser especialmente protegida; de nuevo, los carotenoides resultan imprescindibles en este cometido. Además, la mácula, una mancha amarilla situada en el centro de la retina que se encarga de la visión de detalle, es particularmente sensible a la oxidación lo que provoca su deterioro progresivo. (8)
Numerosos estudios científicos han demostrado que otros dos carotenoides, la luteína y la zeaxantina, protegen a los ojos de la oxidación y pueden prevenir tanto la degeneración macular asociada a la edad como las cataratas. (9) (10) (11)
Así que no lo dude: para proteger sus ojos y su piel al mismo tiempo este verano, apueste por llenar su plato de vegetales de diferentes colores que aportan una amplia variedad de carotenos. Estará previniendo tanto los problemas cutáneos y mejorando su bronceado como la oxidación de las células de la retina. (12)
Y esto no es todo. Además de sus propiedades para embellecer y proteger la piel y los ojos, los carotenoides, en tanto que nutrientes esenciales, tienen otros numerosos beneficios para su salud. Veamos algunos de ellos.
Los carotenoides han sido objeto de miles de estudios científicos y sus beneficios no acaban ni mucho menos en sus efectos sobre la piel. Además de proporcionarle un bronceado saludable, también:
Así pues, los carotenoides no sólo son un precioso aliado para su piel. ¡También lo son contra numerosas enfermedades graves e incapacitantes! (13) (14) (15)
Para ayudarle a beneficiarse de tantas propiedades terapéuticas, he hecho una lista de los alimentos con la mayor concentración en carotenoides, que podrá conseguir fácilmente en una frutería o en su supermercado habitual. De esta forma, sabrá qué tiene que comer este verano para conseguir un bonito bronceado natural y proteger su piel y su salud.
He aquí la lista de la compra:
Se habrá dado cuenta de que no todos estos alimentos presentan una coloración amarilla o rojiza de la que ya hemos hablado. Los vegetales de un verde intenso también están llenos de carotenoides, y le ayudarán a conseguir el mismo tono en su piel que con los otros alimentos.
Y ahora, le indico la dosis recomendada: tomando entre 5 y 7 raciones al día de uno o varios de los alimentos arriba enumerados durante alrededor de un mes y medio conseguirá un bronceado tan natural como saludable.
Puede que tantas raciones de frutas y verduras le parezcan excesivas o directamente no le gusten éstas en concreto. Pero, tranquilo: existe una solución más sencilla para aportar a su piel los carotenoides que tanto necesita, en forma de complemento nutricional.
Al fin y al cabo, si en verano usted no come lo mismo, tampoco tiene por qué tomar los mismos complementos. Y le aseguro que esta nueva e innovadora fórmula le aportará fácil y regularmente las mejores variedades de carotenoides para disfrutar del verano lleno de salud y con una piel bronceada y protegida. Veámosla.
Como siempre hago antes de recomendarle un complemento, he analizado minuciosamente diferentes productos naturales que favorecen el bronceado sin exponerle a los rayos UVA.
Y lo que he buscado en todos ellos es el ingrediente estrella, responsable de todos los beneficios que hemos visto, tanto para la piel como para la salud en general: los carotenoides.
Pues bien, siendo franco, he encontrado numerosos complementos que incluyen estas sustancias en su composición. Pero también es cierto que la mayoría de ellos suelen presentar sólo un tipo de carotenoides, generalmente beta carotenos, y son pocos los que ofrecen una formulación a base de diferentes tipos, sumando todas sus propiedades y actuando sinérgicamente.
Por eso, mi recomendación de hoy es precisamente un producto que contiene diferentes tipos de carotenoides. Concretamente, los cinco carotenoides esenciales, los más preciados para su salud y extraídos de fuentes de alta calidad y 100% naturales.
Son éstos:
Además, también hay que destacar que las dosis de los carotenoides que encontrará en el complemento son las mismas que se han utilizado en algunos estudios científicos de referencia, con lo que podrá beneficiarse de todos los resultados que se han descrito.
Con este complemento no necesitará más que una sola cápsula al día para obtener una combinación de carotenoides bien dosificada y capaz de ejercer una doble acción beneficiosa para su organismo:
– SOBRE SU PIEL. Estos carotenoides protegerán sus ojos y pigmentarán naturalmente su piel para darle un bonito color de bronceado y devolverle un aspecto más joven y saludable. La gente de su entorno le dirá que tiene mucha mejor cara sin la necesidad de exponerse durante largas horas al sol.
– SOBRE SU SALUD. También en el interior de su cuerpo, los beneficios de los carotenoides serán numerosos en el marco de una ingesta a largo plazo, ya que tienen propiedades indispensables en la prevención de numerosas enfermedades graves: enfermedades cardiovasculares, DMAE, cataratas, alzhéimer, párkinson, algunos tipos de cáncer… Además, la acción antioxidante y foto protectora de esta fórmula empieza con la primera toma.
Empiece hoy mismo a tomar carotenoides naturales y conseguirá:
Tan sólo una indicación: su consumo a largo plazo está contraindicado en personas fumadoras y aquellas que hayan estado expuestas al amianto. (16)
Tomando cada día una cápsula de carotenoides, debería percibir, en varias semanas (seis, según los estudios) o dos meses como máximo, una mejora de su aspecto. No obstante, no hay que olvidar que cada persona es un mundo y que los resultados obtenidos pueden variar de una persona a otra.
Lo que sí le garantizo es que cuanto más tiempo tome esta fórmula, más visibles serán los efectos en su piel.
¡Diga basta al bronceado a costa de su salud!
Si este verano quiere conseguir un bronceado saludable y sin riesgos, pida ya su complemento Fórmula Carotenoides en este enlace.
¡A su salud!
Felipe M. Miller
P.D: Con esta nueva fórmula, no necesita más que una cápsula al día para conseguir unos aportes óptimos en beta caroteno, licopeno, luteína, astaxantina y zeaxantina. Pero eso no es todo. La Fórmula Carotenoides también aporta 30 mg de vitamina E, que, según varios estudios científicos, refuerza la acción de los carotenoides al combinarse con ellos. Además, la vitamina E también es una potente “protectora de las células del daño oxidativo” como tiene aprobada la propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). (17)
Fuentes:
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