Un reciente estudio ha señalado nuevas razones por las que interesa tomar bebidas fermentadas como la sidra o la cerveza. Ya se sabía que los alimentos fermentados (yogur, kimchi, chucrut…) son ricos en polifenoles, de propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que también ayuda a regular la microbiota intestinal y ejerce una acción inmunoestimulante. Pero ¿qué sucede con las bebidas alcohólicas fermentadas?
En este sentido suele destacarse el vino y, de hecho, algunos estudios ya habían confirmado que un consumo moderado es beneficioso(1). Ahora una investigación ha confirmado que la cerveza y la sidra también son buenas para la salud y, además, por partida doble(2).
Por un lado, por los polifenoles presentes en el trigo y en las manzanas, la materia prima de esas bebidas. Y, por el otro, por las levaduras que forman parte del proceso de fermentación, las cuales son ricas en vitaminas del grupo B y en fibra, además de que ayudan a regular el colesterol y a combatir el cansancio, entre otros beneficios.
Asimismo, resulta que esta combinación de polifenoles y levaduras ofrece efectos cardioprotectores y a nivel neuronal, pero también en caso de osteoporosis y a la hora de mitigar los síntomas de la menopausia.
Consejo de Salud en 1 minuto: Existe otra manera de beneficiarse de las propiedades de la sidra, pero sin alcohol de por medio: ¡vinagre de sidra! Además de muy nutritivo, es un ingrediente ideal para realzar el sabor de sus platos. Y lo mejor es que puede prepararlo usted mismo siguiendo los pasos de la receta que aquí le damos.
1. Snopek L, Mlcek J, Sochorova L, et al. “Contribution of Red Wine Consumption to Human Health Protection”. Molecules. 2018.
2. “Fermentación y salud: Componentes tradicionales, efectos novedosos”. XIII Jornada Científica sobre Bebidas Fermentadas y Salud. 2022.