Ya se habían publicado estudios sobre los pasos que hay que caminar para reducir el riesgo de enfermedades metabólicas, como por ejemplo la diabetes tipo 2. Pero ahora un equipo de investigadores ha señalado que, aunque efectivamente es bueno caminar a diario, también hay que tener en cuenta la velocidad a la que se hace(1).
¿Y a qué velocidad interesa ir? Para dar con la cantidad correcta se analizaron diez estudios a largo plazo (de entre 3 y 11 años de seguimiento) que permitieron reunir los datos de más de 500.000 adultos. Y los resultados obtenidos señalaron que como mínimo hay que caminar a 4 km/hora para reducir en un 15% el riesgo de diabetes tipo 2, independientemente del tiempo que se esté caminando. Además, este beneficio aumenta a la par que lo hace la velocidad, de tal manera que por cada km/hora que se aumente el ritmo, el riesgo de sufrir diabetes se reduce un 9%.
Por otro lado, los responsables del estudio señalan que esta relación puede deberse a una causalidad inversa. Es decir, que más que el hecho de que aumentar la velocidad reduce el riesgo de diabetes, lo que ocurre es que las personas que caminan más rápido lo hacen porque tienen un mejor sistema cardiorrespiratorio y más fuerza muscular; factores asociados a un menor riesgo de diabetes.
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