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Esta terapia olvidada podría ser la solución para las enfermedades crónicas

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Los bacteriófagos son un tipo de virus que se están empleando para luchar contra las bacterias resistentes a los antibióticos, responsables de miles de muertes en todo el mundo. Ahora bien, los fagos, como también se conoce a estos virus, podrían ser la solución para acabar con patologías no infecciosas de tipo crónico. Por ejemplo, enfermedades inflamatorias intestinales, obesidad, diabetes, etc.

Así lo ha asegurado un equipo de investigadores que, tras administrar una terapia de fagos a ratones que tenían intestino irritable, consiguieron mitigar la acción de la bacteria Klebsiella pneumoniae (responsable de numerosas infecciones del tracto urinario), lo que también mitigó los síntomas de la enfermedad(1).

Esto se debe a que los fagos actúan como reequilibradores de la microbiota gracias a su particular modo de acción: entran en el núcleo de la bacteria y modifican su ADN, lo que permite alterar su comportamiento (en el caso de las bacterias multirresistentes, consiguen que dejen de resistir la acción de los fármacos). Por tanto, dado que muchas dolencias no infecciosas se deben a desequilibrios entre las bacterias que viven en el organismo, sería cuestión de emplear el fago que permita controlar a la bacteria implicada para mitigar los síntomas e incluso frenar esa patología.

Tisanas estación

Fuentes

  1. Denise Kviatcovsky et al.: “Phage therapy in noncommunicable diseases. Science. 2023.

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