El consumo habitual de refrescos azucarados está asociado con un mayor riesgo de que las mujeres postmenopáusicas desarrollen cáncer de mama. Esto es lo que asegura un estudio realizado por la Universidad de Navarra que realizó un seguimiento durante unos 10 años a un grupo de 10.000 mujeres(1).
Los investigadores observaron que entre las mujeres posmenopáusicas que habían consumido refrescos azucarados de manera habitual había una incidencia significativamente mayor de cáncer de mama, en comparación con aquellas que no los habían tomado o lo habían hecho sólo de manera ocasional.
Los investigadores señalan como posible causa que las bebidas azucaradas aumentan la concentración de insulina en sangre, lo que actúa directamente sobre una mayor proliferación de las células del tejido mamario, que puede contribuir al desarrollo y migración de células tumorales. Asimismo, esa mayor cantidad de insulina promueve una mayor concentración de estrógenos libres circulantes, lo que también aumenta el riesgo de cáncer de mama.
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