El sol puede dañar irreversiblemente su vista, hasta llevarle a perderla. Usted debe extremar la precaución, y yo voy a explicarle exactamente cómo.
La exposición a la luz solar, que se produce simplemente paseando, desencadena una serie de reacciones químicas muy perjudiciales para las células oculares. La radiación UV provoca daños en los párpados, la conjuntiva, la córnea, el cristalino y la retina.
Puede ocasionar lesiones amarillentas, tumores, crecimiento anómalo de tejidos del ojo y estar detrás de las cataratas (¡hasta un 20% se deben al sol), degeneración macular asociada a la edad (DMAE)… que pueden llevarle incluso a la ceguera.
Y lo que es peor, los efectos de la radiación solar se producen sin que nos demos cuenta ni sintamos daño. Y no basta con usar gafas de sol.
Así que, justo ahora que entra el verano y está leyendo estas líneas, piense un momento lo que sería su vida si no pudiera ver nada o hacerlo con mucha dificultad, a cuántas cosas tendría que renunciar y de qué forma su vida sería distinta. Para el 38% de las personas en todo el mundo conservar la agudeza visual es su mayor deseo, una cifra que en nuestro país alcanza al 53%.
Conservar una buena vista supone poder seguir disfrutando de paisajes y puestas de sol, de obras de arte, de momentos de lectura, de los rostros y los gestos de otras personas… pero también de cosas más prosaicas, como poder leer el prospecto de un medicamento o la etiqueta de un alimento, los carteles de tráfico al conducir o coser un botón; en definitiva, los ojos están directamente relacionados con la calidad de vida y la autonomía personal.
Si a usted también le preocupa la idea de ir perdiendo vista, o incluso es algo que le angustia porque ya sufre problemas de visión, toca hacerle la pregunta del millón:
¿Qué está haciendo por sus ojos?
Los ojos son unos órganos increíbles, con una estructura muy compleja y delicada, que dotan al ser humano de uno de los sentidos más útiles y maravillosos: la vista. Funcionan desde que los abrimos al despertarnos hasta que los cerramos para dormir, recogiendo infinidad de información: luz, colores, movimiento… procesándola y enviándosela al cerebro.
El cristalino es la lentilla del ojo. Recoge la luz y la concentra sobre la retina, en un punto muy sensible llamado mácula. Alberga millones de células que se ocupan de transformar las señales luminosas que recibe a través del cristalino en señales eléctricas que el cerebro pueda entender.
Imagine a lo que se enfrentan sus ojos día tras día, mes tras mes, año tras año… y especialmente en verano. Su gran enemigo son los radicales libres, de una actividad altamente destructiva para las células. El simple hecho de comer o de respirar genera radicales libres. También el sol, el humo del tabaco y de los tubos de escape de los coches, los medicamentos, los contaminantes que desprenden los cosméticos o los productos de limpieza, los pesticidas… Demasiadas cosas en contra de nuestros frágiles y valiosos ojos.
Pero el simple paso del tiempo y el mismo y natural proceso de ir envejeciendo es nefasto para nuestra vista.
Hay dos enfermedades directamente ligadas al paso de los años: las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Y mientras las cataratas (que se producen por la opacidad del cristalino) tienen cura con cirugía, no hay ninguna solución frente a la DMAE. Y es la principal causa de ceguera en el mundo occidental en personas mayores de 55 años. (2)
No quiero asustarle. Lo que quiero hacer es animarle a actuar antes de que sea demasiado tarde.
Si quiere ayudar a sus ojos a prestarle un gran servicio durante toda la vida, conservando la agudeza visual hasta el final, le aseguro que el complemento nutricional del que hoy quiero hablarle le va a interesar. Funciona tanto si ya sufre alguna insuficiencia visual como si simplemente quiere prevenirla, porque contiene nutrientes que han demostrado que son capaces de reducir el riesgo de sufrir enfermedades degenerativas del ojo y de frenar la brutal oxidación a la que se exponen cada día estos órganos tan sensibles a la luz y el oxígeno.
¿De qué nutrientes estamos hablando? Tome buena nota de los siguientes.
A la hora de buscar beneficios para la salud, es esencial que la combinación de nutrientes sea la adecuada.
Como me parecía importante poder aconsejarle un buen suplemento para el cuidado de la vista de cara al verano, me he pasado semanas analizando los productos de distintos laboratorios, examinando su composición, el origen de sus ingredientes, sus presentaciones galénicas, sus posologías… ¡todo! Y he encontrado un claro ganador.
Se trata de Formula Visión, de los laboratorios Cell´innov.
Me gusta porque han reunido en cada cápsula los principios activos que han demostrado que funcionan, en las dosis y biodisponibilidad más eficaces y seguras. Tiene extracto de arándano silvestre, vitamina E, vitamina C, luteína, zinc y zeaxantina.
En las fuentes del final puede encontrar toda la información sobre los estudios científicos que avalan las propiedades de sus principios y en qué cantidades, una información en la que yo no me detengo aquí para no hacer este texto demasiado largo.
Este producto, en definitiva, combate la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), la fatiga ocular, el envejecimiento del ojo y protege las células oculares contra el estrés oxidativo. ¡Casi nada!
Es puro alimento para sus ojos, probablemente el medio más eficaz en sus manos para garantizarse una buena salud visual para siempre. Le aseguro que este complemento nutricional le ayudará a conservar una buena vista muchos años.
¿Quiere pedirlo? Puede hacerlo directamente aquí.
P.D.: El extracto de arándanos se desaconseja en caso de diabetes, en especial si está tomando medicamentos hipoglucemiantes. En este caso, consulte con su médico. Y en cuanto a la vitamina E, hable también con su médico si tiene riesgo hemorrágico o está en tratamiento con antivitaminas K (anticoagulantes). Seguro que su médico pese a ello le aconseja vivamente este complemento esencial para la buena vista, pero es mucho mejor que se lo diga él personalmente.
Fuentes:
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