Un grupo de investigadores españoles ha descubierto una nueva manera de diagnosticar el síndrome de sobrecrecimiento, caracterizado por el hipercrecimiento (aumento anormal) de una parte del cuerpo, como por ejemplo los dedos de las manos.
El principal problema que plantea esta enfermedad es que los pacientes que la sufren acaban desarrollando problemas de coagulación como tromboembolias pulmonares o trastornos neurológicos. Por ello, detectar el síndrome cuanto antes permitiría prevenir futuras complicaciones mucho más graves para la salud. Y esto es ahora posible con las malformaciones capilares de forma centrípeta en los extremos de los dedos.
Se trata de unas anomalías vasculares que generalmente se presentan de manera aislada, pero que en los afectados por este síndrome se dan de manera conjunta. Así, de entre los pacientes que fueron diagnosticados con este síndrome entre los años 2006 y 2016, todos ellos presentaban estas malformaciones capilares (en forma de pequeñas manchitas en los dedos) desde el mismo instante de su nacimiento.
Por ello, los investigadores señalan que si se observan estas pequeñas anomalías en el recién nacido hay que tenerlas muy en cuenta, ya que puede ser el primer aviso del síndrome de sobrecrecimiento, que derivará en graves problemas de coagulación.
Fuente: Juan Carlos López-Gutiérrez, Pedro Redondo y Marta Ivars. “Fingertip Capillary Malformation and Associated Disorders: Report of 9 Cases”. American Academy of Pediatrics. Julio 2017
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