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La termoablación evita hasta el 90% de las recidivas de cáncer hepático

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La cirugía no siempre resulta efectiva a la hora de acabar con el cáncer de hígado, ya que en ocasiones el tumor vuelve a aparecer al poco tiempo porque no se ha extirpado en su totalidad. Frente a estas recidivas la termoablación (o tratamiento ablativo oncológico) es mucho más precisa siendo además una intervención que implica menos riesgos para el paciente.

La termoablación(1) consiste en eliminar los tejidos mediante calor, ya sea a través de láser, de radiofrecuencia o de microondas. El proceso se lleva a cabo con agujas que transmiten calor y se aplican en varias zonas del hígado. La intervención dura aproximadamente una hora y el paciente suele recibir el alta al día siguiente.

Este proceso menos invasivo está indicado sobre todo para pacientes con tumor primario hepático (con lesiones hepáticas de en torno a 2 ó 3 cm), en los que la eficacia obtenida es del 90%. En caso de metástasis el éxito es de entre el 70 y 80%. También es apropiado para aquellas personas cuyo estado de salud está tan deteriorado que una cirugía supondría un alto riesgo.

 

Tisanas estación

Fuentes:

  1. Sección de Radiología Vascular Intervencionista del Hospital Puerta de Hierro, en Majadahonda. Madrid. 2019.


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