Una persona sufre estreñimiento cuando va al baño menos de tres veces a la semana, sus heces son duras y la evacuación resulta dolorosa.
Se trata de un tema de enorme importancia para su salud. Y es que el estreñimiento es un problema lamentablemente muy común.
Ahora bien, hay una explicación muy lógica para ello: cuanto más longeva y más sedentaria es la población peor es su tránsito intestinal, y además al comer menos o alimentos más pobres en fibra también hay menos desperdicios que eliminar.
El estreñimiento causa sensaciones muy desagradables (hinchazón, gases…) e incluso puede terminar desencadenando otros problemas de salud.
De hecho, forzar la situación en el baño puede provocar hemorroides, empeorando todavía más la situación y haciendo de la evacuación algo aún más doloroso de lo que ya está siendo.
Permítame, llegados a este punto, hacer un pequeño inciso.
Hay quien bromea acerca de las hemorroides. Y por supuesto que es sano reírse, incluso de eso.
Ahora bien, no por ello se trata de un problema de salud menos importante; en realidad, es bastante más grave de lo que aparenta y de lo que muchas personas creen.
El área donde aparecen (recto y ano) es muy sensible. Hasta tal punto, de hecho, que la irritación que causan las hemorroides puede convertirse en un dolor agudo y punzante que se irradie incluso hacia el abdomen.
De ese modo, quien sufre hemorroides solo piensa en levantarse cuando está sentado y, una vez de pie, solo piensa en acostarse.
Si el dolor es muy intenso es posible que además tenga alguna vena bloqueada (trombosis). Y si al mismo tiempo siente los latidos del corazón (lo que se denomina “dolor pulsante”) significa que hay un absceso o fisuras anales.
En esos casos de emergencia lo mejor es aplicar frío, por ejemplo a través de unos baños de asiento a baja temperatura. Estos consisten en sumergir la zona en agua fría dentro de la bañera o en una palangana durante 5 ó 15 minutos un par de veces al día. Después limpie y seque la zona con cuidado, pero en profundidad.
¿Qué hay de las muchas cremas a la venta en farmacias? Pues bien, las más efectivas contienen cortisona, que es muy antiinflamatoria. Y precisamente por eso algunas de ellas requieren receta médica.
Se trata de una sustancia que producen naturalmente las glándulas suprarrenales (productoras de hormonas y que se alojan encima de las cúpulas de ambos riñones), si bien en cantidades muy pequeñas.
Lamentablemente, si todo esto no es suficiente al cabo de unos días deberá ir al médico y, en el peor de los casos, podría terminar teniendo que operarse.
Por eso es tan importante que, cuando las hemorroides son causadas por el estreñimiento, se trate precisamente la raíz del problema, para combatirlas desde su origen.
En este sentido, el estreñimiento nunca está provocado por una única causa, sino que suelen darse varias al mismo tiempo: deshidratación, estrés, estilo de vida sedentario y quizá otras enfermedades (por ejemplo, colopatía funcional o síndrome de intestino irritable -SII-).
Y asimismo hay ciertos alimentos que pueden empeorar notablemente el problema.
Entre los alimentos que debe evitar en caso de mal tránsito o de estreñimiento, destacan los siguientes:
Y por supuesto también debe evitar el alcohol, pues provoca deshidratación.
Por otro lado, otros alimentos y gestos relacionados con la alimentación pueden encaminarle hacia la solución del problema.
Debe empezar por beber mucha agua. Del mismo modo, no es ningún secreto que los alimentos ricos en fibra ayudan a mejorar el tránsito intestinal.
Ahora bien, debe tener cuidado porque fibra no es sinónimo únicamente de “grano integral” con salvado. Y es que hay fibras solubles presentes en muchos alimentos que no parecen tan fibrosos como otros (ciertas verduras como las zanahorias, las legumbres, los frutos secos…).
En realidad, la fibra real (o sea, los carbohidratos no digeribles) poco o nada tiene que ver con lo que muchas personas imaginan cuando piensan en ella: es decir, las hebras o filamentos de la fruta y la verdura, totalmente lejanos de las fibras microscópicas de las que hablamos.
Algo que también funciona notablemente es el psyllium. Es un mucílago, es decir, una sustancia vegetal que se hincha y adquiere viscosidad al contacto con el agua.
No le costará encontrarlo en tiendas especializadas. Basta con que tome 1 cucharadita al día disuelta en 1 vaso de agua fría (también podría ser otra bebida), preferiblemente por la noche.
Bébalo inmediatamente, antes de que las fibras comiencen a hincharse. A su paso por el tubo digestivo el psyllium calma las irritaciones y combate tanto el estreñimiento (hidratando y suavizando las heces duras) como la diarrea (absorbiendo en este caso el exceso de agua). Además, no tiene contraindicaciones ni efectos secundarios.
Así que le aconsejo que la próxima vez que sufra problemas de estreñimiento pruebe esta solución; ¡verá que rápido se normaliza su tránsito!
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A ver cuándo hablan de lo contrario, la diarrea.