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¿Su organismo tiene suficiente colágeno? 

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El colágeno también es conocido como «la proteína de la juventud» ¡y por muchas razones! Además de mantener la piel suave y elástica, un buen nivel de colágeno mantiene todas las articulaciones flexibles, lo que ayuda a reducir el riesgo de artrosis. Y con la receta que aquí le damos, aumentará su aporte de manera 100% natural.

El colágeno es una proteína muy valiosa para la salud cutánea, ya que proporciona resistencia y elasticidad a la piel.

El problema es que su producción disminuye con la edad y, además, numerosos factores la degradan, lo que reduce aún más su cantidad dentro del cuerpo.

Por ejemplo, una alta exposición a los rayos ultravioleta del sol, a la contaminación atmosférica o a los radicales libres: sustancias oxidativas que abundan en los productos ultraprocesados, pero que también surgen durante los procesos metabólicos que mantienen en funcionamiento al organismo.

Aunque, si esta proteína es vulnerable a algo, es a un exceso de azúcar. Y es que un alto nivel de glucosa dentro del organismo provoca la denominada “glicación”, la cual afecta al correcto funcionamiento de todas las proteínas.

Por todo esto no es de extrañar que los productos a base de colágeno se hayan convertido en uno de los grandes protagonistas dentro del mundo de la cosmética. Así, en el mercado pueden encontrarse cremas, bebidas y polvos a base de esta proteína que ayudan a aumentar su proporción y, con ello, a mantener una piel más joven.

Pero ¡ojo! Un nivel bajo de colágeno no solo afecta al aspecto exterior del cuerpo, volviendo más visibles las arrugas. También acarrea un deterioro general del organismo, aumentando el riesgo de sufrir osteoporosis y artrosis.

Y es que el colágeno también es una proteína clave en la formación de los huesos, los músculos, los cartílagos y los ligamentos. De ahí que, a menor cantidad en el cuerpo, mayor será el envejecimiento de todos los tejidos.

Qué dice la investigación científica

Numerosos estudios han confirmado los beneficios del colágeno sobre:

  • El dolor articular. Se ha demostrado que tomar caldo de pollo, una de las principales fuentes alimenticias de colágeno, ayuda a reducir hasta en un 40% los síntomas de la artrosis.
  • Los huesos. Tomar una suplementación diaria de colágeno aumenta significativamente la densidad ósea de las vértebras y del cuello del fémur en mujeres posmenopáusicas. Se trata de un efecto muy positivo para este sector de la población, ya que se estima que 1 de cada 5 mujeres mayores de 50 años ha sufrido al menos una fractura vertebral, lo que a su vez está asociado a un mayor riesgo de tener otras lesiones óseas.
  • La piel. Tomar un suplemento de colágeno hidrolizado (a partir de huesos y cartílagos de origen animal) permite aumentar la elasticidad de la piel pasadas solo cuatro semanas.
  • La celulitis. En este caso se requiere más tiempo, pues serían necesarios seis meses de suplementación para que puedan observarse mejorías significativas en la textura de la piel. Según los expertos, este efecto se debería a que el colágeno también ayuda a quemar grasas y a desarrollar músculos gracias a su alta concentración en glicina (uno de los aminoácidos con los que se forman las proteínas).
  • El sistema digestivo. Se ha asociado un bajo nivel de colágeno con un mayor riesgo de desarrollar el denominado “síndrome del intestino irritable”. De este modo, aumentar su aporte ayudaría a reconstruir los tejidos intestinales inflamados y dañados, lo que mejoraría considerablemente la salud intestinal de estos pacientes.

¿Cómo puedo aumentar el consumo de colágeno?

Una vez repasadas todas las bondades que ofrece el colágeno, es normal que nos hagamos esta pregunta.

Pues bien, existen fuentes naturales de colágeno a las que puede acudir para aumentar su aporte y, de este modo, prevenir la artrosis. Por ejemplo, puede encontrarlo en pequeñas cantidades en los cítricos, kiwis, fresas, pimientos, espinacas o brócoli, además de en los frutos secos en general.

Aunque el plato que no debe faltar en su mesa para una buena salud articular es, sin duda, el caldo de huesos de pollo. Y es que el colágeno de origen animal es el que mejor asimila nuestro organismo, por lo que su efecto es más intenso.

Compruébelo usted mismo preparando un delicioso caldo de huesos de pollo.

Tisanas estación

Ingredientes

  • Huesos de carne (pueden ser de res, pollo, pescado, etc.).
  • 1 cebolla.
  • 2 zanahorias.
  • 2 ramas de apio.
  • 3 dientes de ajo.
  • Perejil.
  • Sal y pimienta.

Elaboración

Coloque los huesos en una olla grande y cúbralos de agua, que deberá llevar a ebullición. Una vez empiece a hervir reduzca el fuego y retire la espuma a medida que esta se vaya formando sobre la superficie.

Añada las cebollas, zanahorias, apio y ajo, todo bien pelado y cortado en trozos grandes para dar sabor a su caldo. A continuación, cocine a fuego lento durante al menos 4 horas. Cuanto más tiempo se esté cocinando, más sabroso será el caldo.

Agregue el perejil y cueza todo durante 30 minutos más antes de añadir sal y pimienta al gusto.

Si lo desea, puede hacer caldo en cantidad y congelarlo para usarlo más adelante como base de sopas o guisos que le ayudarán a entrar en calor.

No hay mejor protector del frío, además de para las articulaciones.

Y si la artrosis ya está avanzada…

Estas fuentes alimenticias interesan sobre todo a la hora de prevenir cualquier afección articular o en el caso de que hayan empezado a aparecer algunos síntomas. De este modo podrá retrasar e incluso frenar su avance.

Pero si este no es su caso y la artrosis ya se encuentra en fases más avanzadas, o si el dolor articular es muy intenso, lo que interesa es contar con una ayuda extra en forma de suplemento alimenticio. Sobre todo si ya ha cumplido cierta edad y, como comentábamos, la producción de colágeno es menor.

Por ejemplo, aquí puede leer más sobre Artaliv. Este complemento destaca porque, además de colágeno, cuenta con otras “sustancias antiartrosis” que actúan en sinergia. Su acción es tan potente que es capaz de reducir el dolor articular ¡hasta en un 82%!


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