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Vivir la cuarta edad con la ilusión de un niño

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La vida te da sorpresas, y esta es una muy grande”.

Así recibía, a sus 84 años, el premio Goya a la Mejor actriz revelación 2020 Benedicta Sánchez, la “abuela gallega” que hace solo unos meses encandiló a todo el Festival de Cannes, en Francia, bailando una muiñeira sobre la alfombra roja.

Un premio que suelen recibir jóvenes valores que se asoman por primera a la pantalla en los inicios de sus carreras… ¡y que este año recae en una mujer de una edad en la que muchos ya se sienten en el ocaso de sus vidas!

Quizá Benedicta no era del todo consciente del tamaño de la aventura en la que se embarcaba (fue su hija quien la apuntó al casting de la película Lo que arde).

No obstante, no por ello es menos emocionante ver a una mujer de su edad dándonos un repaso y una gran lección a todos sobre qué son la ilusión y los objetivos en la vida, se tenga la edad que se tenga.

También nos deja una lección sobre el agradecimiento y la competitividad. Y es que nada más recoger el premio lamentó habérselo llevado ella, que es “más de colaborar” que de competir, dijo.

La vida te da sorpresas”, fue su frase.

Y resultó que ella es en sí misma una sorpresa: vegetariana desde los 17 años, fue fotógrafa y regentó una librería de Filosofía en Brasil, sobrevivió a los malos tratos de su marido, recorrió Oriente Medio e incluso vivió un tiempo en un kibutz (una granja comunitaria) israelí.

E incluso hoy por hoy, según cuentan, duerme en el suelo y come a diario un aguacate y un limón.

Tisanas estación

Al conocer su historia no pude evitar acordarme de todas esas personas que, aunque peinan (muchas) canas, día a día nos dejan con la boca abierta debido a sus historias y a sus acciones.

Aquellas a las que los años no las amedrentan, y que buscan exprimir al máximo hasta el último resquicio de la vida.

Por mi parte, inevitablemente me he acordado de un texto que envié hace un tiempo y que recogía dos historias maravillosas: la de una mujer que viajaba a Kenia como voluntaria ¡con nada menos que 93 años! y la de un notario jubilado que fue erasmus ¡a sus 80!

Por si desea volver a leerlo (lo cual le recomiendo), le dejo el enlace aquí.

 

Foto:

  1. Pedro J Pacheco. Wikimedia Commons.


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