¡Cuidado con el lorazepam si le han detectado un tumor!

Las benzodiacepinas forman parte de los tratamientos oncológicos habituales para hacer frente al dolor y la ansiedad que sufren muchos pacientes. Y entre ellos el lorazepam (vendido bajo el nombre comercial de Orfidal o Altivan) es uno de los más empleados. Pues bien, un reciente estudio ha señalado que este medicamento está vinculado a un peor pronóstico de ciertos tipos de cáncer⁽¹⁾.

Se llegó a esta conclusión tras evaluar a los pacientes del centro oncológico Roswell Park de Buffalo (Estados Unidos) que habían recibido benzodiazepinas. De este modo descubrieron que la toma de lorazepam está asociada a una mayor progresión del cáncer de páncreas (uno de los más agresivos). Y, además, que la supervivencia del paciente es significativamente menor si tiene cáncer de próstata, ovario, cabeza y cuello, útero, colon, mama y, sobre todo, melanoma. En este último caso el riesgo de morir pasa de ser del 25% (entre quienes toman otro fármaco) ¡a un 116% si toman lorazepam!

Según los investigadores, esto se debe a que el lorazepam activa la proteína GPR68, que es proinflamatoria, lo cual deriva en un mayor crecimiento tumoral. Y lo peor es que no es el único medicamento oncológico asociado a este efecto adverso. También se ha observado con el clonazepam, el nordiazepam y el oxazepam.