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El sedentarismo en la infancia conlleva riesgos cardíacos, incluso en personas sanas

Las horas de inactividad o sedentarismo que se han ido acumulando durante la infancia suponen un importante factor de riesgo cardíaco. Hasta el punto de que pueden conllevar enfermedades cerebrovasculares en la edad adulta.

Esta es la conclusión de un estudio que ha contado con 766 participantes a los que se realizó un seguimiento desde que eran niños hasta que llegaron a la adultez(1). Y la causa de esta relación a futuro, según sus responsables, estaría en que esas horas de sedentarismo durante la infancia provocan un aumento de la masa ventricular izquierda (hipertrofia). En concreto, por cada minuto que se esté sentado entre los 11 y los 24 años, aumenta un 0,004 g/m2 la masa del ventrículo izquierdo.

Este dato ya es de por sí llamativo, pero la cosa se complica si el sedentarismo se mantiene en el tiempo debido al efecto acumulativo. De este modo, los expertos estiman que, si este estilo de vida dura al menos siete años, se duplica el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca e incluso de morir a causa de ella. Y, lo que es más preocupante, este riesgo también puede darse en personas que, ya siendo adultas, están en normopeso y su presión arterial también es normal, lo que de entrada no se asocia a ningún peligro cardíaco.

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Fuentes

  1. “Avon Longitudinal Study of Parents and Children, ALSPAC”. University of Bristol. 2023.

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