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Se asocia un fármaco oncológico a graves daños oculares

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En algunos tratamientos oncológicos se emplean inhibidores del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), un tipo de fármaco que se ha mostrado especialmente efectivo en caso de cáncer de pulmón o de colon. Sin embargo, algunos expertos han asociado su toma a diversos efectos secundarios, entre los que preocupan los trastornos oculares(1).

Para profundizar sobre esa potencial toxicidad oftálmica se analizaron los datos de más de 1 millón de pacientes con cáncer de pulmón, incluidos 22.225 tratados con inhibidores del EGFR, a los que se les realizó un seguimiento durante más de dos décadas.

Pues bien, los datos extraídos determinaron que la toma de este fármaco aumenta el riesgo de desarrollar úlcera corneal, queratitis superficial y queratoconjuntivitis (esta última relacionada con la enfermedad del ojo seco). Y esa mayor probabilidad se debería, según los responsables, a que los inhibidores de EGFR provocan tricomegalia, una anomalía genética caracterizada por un crecimiento excesivo de las pestañas que puede acabar dañando las células de la córnea.

Tisanas estación

Fuentes

  1. Huang P, Lin C, Dana R et al.: “Epidermal Growth Factor Receptor Inhibitors for Lung Cancer and the Risk of Keratitis”. JAMA Ophthalmol. 2024.

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