Ya se han dado casos de la sospechosa relación que existe entre las empresas del sector agroalimentario y supuestos estudios que hablan de las maravillas de sus productos. Pero esta estrategia para lavar su imagen, financiando investigaciones que no tienen nada de científico, en el caso de las bebidas azucaradas ha llegado a una situación lamentable.
Y es que a raíz de que algunos países hayan gravado estas bebidas con mayores impuestos en un intento de reducir su consumo, tratando de frenar así la epidemia de obesidad y diabetes que asola a los países occidentales, los dos principales fabricantes de bebidas azucaradas, Coca-Cola y Pepsi, han contraatacado para mejorar su imagen.
En el caso concreto de Estados Unidos, un reciente estudio(1) señala que han llegado a financiar a 96 organizaciones dedicadas a promocionar hábitos saludables, así como la lucha contra la obesidad o la diabetes. Entre ellas destaca la Asociación de Diabetes de Estados Unidos o la Sociedad Americana de Cáncer y el Centro de Control de Enfermedades. Pero también se han financiado a prestigiosas instituciones, como es la Universidad de Harvard.
Esta situación, por desgracia, no es exclusiva de Estados Unidos. En España hace unos años un estudio(2) demostró que la mayoría de las investigaciones que aseguraban que no había pruebas de que las bebidas azucaradas causaran obesidad habían sido financiadas por compañías de la industria alimentaria que producían ese mismo tipo de productos.
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