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Incluyamos las terapias tradicionales, naturales y complementarias en la sanidad pública ¡Ya!

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Lo que va a leer a continuación es una historia real.

La historia de René

René Caisse trabajaba como enfermera en el hospital Hermanas de la Providencia, en el norte de Ontario (Canadá), en 1920. Un día, mientras bañaba a una paciente anciana, reparó en un tejido anómalo que tenía en una mama. Al preguntarle por él, la anciana le explicó cómo treinta años atrás le habían diagnosticado un cáncer de mama avanzado. Sin resignarse a la situación, la mujer visitó a un viejo indio de la tribu Ojibwa, que le aseguró que podría curarla si tomaba una vez al día una infusión de varias plantas que crecían por la zona. Así lo hizo. Y aquella mujer a la que la medicina no ofreció demasiadas expectativas acababa de cumplir 80 años.

René anotó la fórmula de hierbas que la anciana había utilizado.

Unos meses después, a una tía suya le diagnosticaron un cáncer de estómago con metástasis en el hígado, con una esperanza de vida de seis meses. Al no existir ya solución médica alguna, René elaboró el cóctel herbal y se lo administró, bajo la supervisión y aprobación del doctor que la trataba. La tía de René vivió 21 años más después de haber sido desahuciada.

René llamó al remedio ESSIAC (su apellido, Caisse, al revés) y comenzó a recomendarlo con extraordinario éxito a enfermos de cáncer por los que ya nada se podía hacer. Murió en 1978, después de haber visto cómo se curaban cientos de personas.

Si ahora mismo se está cuestionando los resultados del ESSIAC dudando de su rigor científico, sepa que entre 1928 y 1930 eminentes investigadores como el Dr. W.C. Arnold, el Dr. Norich y el Dr. Lockhead realizaron experimentos con ratones en el Christie Street Hospital de Toronto. El resultado de los mismos confirmó con rotundidad que a los nueve días de tomar ESSIAC, el cáncer dejaba de invadir los tejidos. (1)

La de René Caisse es una historia de amor, al prójimo y a la vida. Pero también la constatación de que ya hace mucho tiempo se utilizaban remedios naturales en la medicina con resultados muy positivos.

Gracias a su labor, desde 1982 el ESSIAC ha sido prescrito como remedio contra el cáncer dentro del Sistema Nacional de Salud de Canadá.

Pero… ¿y en España? ¿podría el ESSIAC ser recetado por su médico de cabecera?

La respuesta es un rotundo NO. Desafortunadamente, las terapias naturales, parte de la medicina tradicional y complementaria, no están incluidas en las prestaciones de la Seguridad Social.

El porqué de esta realidad es difícil de explicar a la vista de las siguientes consideraciones:

  1. La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su “Estrategia sobre medicina tradicional 2014-2023” manifiesta la necesidad de que la medicina convencional y las medicinas complementarias convivan en los sistemas públicos de salud. (2)
  2. Los remedios y terapias naturales no son excluyentes respecto a la medicina convencional, sino que en muchos casos los complementan, mejorando los resultados o paliando sus efectos secundarios.
  3. La mayoría de los países de nuestro entorno ya incorporaron hace tiempo prácticas de medicina tradicional y complementaria a sus respectivos sistemas nacionales de salud, fruto de una tradición sanitaria y educativa más avanzada que la nuestra.

Consideraciones que invitan a la reflexión, pero que, a día de hoy, no son tenidas en cuenta por las autoridades sanitarias de nuestro país.

La salud es un derecho

La Constitución Española establece el derecho de todos los ciudadanos a la protección efectiva de la salud y a una asistencia sanitaria equitativa, eficiente y de la mayor calidad posible. (3)

Y ese derecho se ve refrendado por nuestra realidad sanitaria: tenemos uno de los mejores sistemas de salud pública del mundo.

Así lo confirman los pacientes que son atendidos y tratados en nuestra sanidad pública: el 86,3 % de los usuarios de Atención Primaria considera Buena o Muy Buena la asistencia recibida, el 82,2 % lo hace respecto a la Atención Especializada y el 88,3% también valora así la Atención Hospitalaria. (4)

Pero la satisfacción del trabajo bien hecho se convierte a veces en una venda sobre los ojos que nos impide superarnos y ver más allá.

Atiborrarse sistemáticamente de medicamentos, cuando existen alternativas naturales e inocuas ¡no tiene ningún sentido!

La historia de Antoni

Me llamo Antoni María Alcover. A los 51 años me diagnosticaron diabetes mellitus en urgencias del hospital.

Al tener que tratarme con insulina se me plantearon muchas preguntas. Una persona que no había ido al médico en su vida, de repente se hallaba inmerso en el sistema médico, análisis, hospitales…

Decidí entonces afrontar mi curación a través de estos principios:

  • Si no como carbohidratos, no me subirá el azúcar en sangre. Tomé como ejemplo a vegetarianos y macrobióticos; en ellos el páncreas debe trabajar muy poco.
  • Si hay plantas medicinales (fitoterapia) para el tratamiento de innumerables patologías, también debe haberlas para la diabetes.
  • Pensé en las medicinas milenarias y las de nuestros abuelos.

El índice glucémico está regulado en relación con la comida que ingiera. Uno mismo tiene que convertirse en el director de orquesta, llevando la batuta. Son aconsejables los hipoglucemiantes naturales, plantas medicinales como la corteza de raíz, zumos de verduras y el régimen lacto-ovo-vegetariano: sin arroz, pan blanco, pastas, azúcar, dulces, etc. Complemento mi alimentación con yoga, meditación y Qi Gong, técnica milenaria china de auto-curación que regula la neuropatía diabética.

Hoy mis analíticas son normales o favorables. Llevo cuatro años con diabetes sin insulina, cuando según la versión médica oficial, sin ella mueres. Y les aseguro que quien habla no lo está haciendo desde ultratumba”. (5)

Antoni eligió tratar su patología a través de la nutrición y con medicina tradicional, lo que la OMS define como el conjunto de productos, prácticas y profesionales que aúnan los conocimientos y experiencias de las diferentes culturas para mantener y prevenir la salud. Y como él, cada vez hay más personas en nuestro país que demandan soluciones naturales, complementarias y alternativas a la medicina convencional.

Así lo demuestra el hecho de que el 23,6% de la población ha recibido alguna vez terapias naturales, el 13% las ha utilizado en el último año y el 95,4% asegura que conoce alguna de ellas. (6)

Cuidados naturales

No sólo los pacientes reclaman estas terapias, sino que quienes están más cerca de ellos, los enfermeros, cada vez vuelven más sus ojos a este tipo de cuidados complementarios. Así, 1 de cada 10 enfermeros en España emplea en su ejercicio profesional estas terapias naturales en el cuidado que prestan a sus pacientes. (7)

A veces los datos son fríos. Pero en este caso demuestran la realidad de una sociedad que exige a sus dirigentes y autoridades sanitarias implementar un sistema de salud público, ya de por sí bueno, pero que puede y debe ser mejor. La incorporación de la medicina tradicional y complementaria sin duda contribuirá a ampliar la visión de pacientes y sanitarios, y a hacer de la nuestra una sanidad pública más saludable, completa y natural.

¿Quiere decir eso que renunciemos a la medicina convencional? En absoluto. En palabras de la Directora General del OMS, la doctora Margaret Chan, “No tiene por qué haber conflicto entre la medicina tradicional y la medicina occidental. En el marco de la atención primaria, ambas pueden combinarse de forma armoniosa y beneficiosa, en un sistema que aproveche lo mejor de cada una y compense también sus deficiencias”. (8)

Por eso, la OMS insta a los Estados Miembros a que:

  • Aprovechen la contribución de las terapias naturales y complementarias a la salud y el bienestar de las personas.
  • Promuevan su utilización segura y eficaz a través de la reglamentación y la investigación.
  • La integren en los sistemas nacionales de salud.

Si España es un Estado Miembro de la OMS, ¿por qué no seguimos sus recomendaciones? ¿por qué hacemos oídos sordos a una medicina que se practica en casi todos los países del mundo y cuya demanda va en aumento por parte de los ciudadanos?

Por eso le invito a firmar la petición que vamos a presentar al Gobierno y a las Comunidades Autónomas. Para que, sin más tardar, se pongan en marcha las acciones necesarias para que se incorporen las terapias y productos de la medicina tradicional y complementaria dentro de la cartera de servicios y prestaciones a los ciudadanos por parte de la Seguridad Social.

La historia de Pablo

Así interpreta nuestra realidad sanitaria Pablo de la Iglesia, naturópata de profesión y, al mismo tiempo, afectado de esclerosis múltiple.

Llevo padeciendo Esclerosis Múltiple (EM) más de veinte años. En los primeros años la enfermedad evolucionó muy rápidamente, dejándome casi paralítico, atáxico, con serios problemas cognitivos, impotencia sexual, etc. El paciente medio tiene una expectativa de vida limitada a unos 25-30 años”.

Pablo conoció los estudios del Dr. Roy Swank que relacionan la evolución de la enfermedad con los hábitos alimentarios. (9)

Descubrió que aquellas personas que seguían una alimentación muy baja en grasas saturadas de origen animal, eliminando las carnes rojas, los huevos y lácteos, tenían una mayor esperanza de vida. Y descubrió también que el consumo de aceites vegetales, cereales integrales, legumbres, frutos secos, pescado, verduras y frutas constituyen la mejor opción para aspirar a detener el avance de esta enfermedad.

Además, según cuenta Pablo, “la EM es una enfermedad de tipo autoinmune, es decir, que nuestras propias defensas en lugar de ser eficientes contra virus o bacterias, agreden nuestro sistema nervioso. Para combatirla nos prescriben corticoides, que aumentan el riesgo de infecciones y suelen generar nuevos brotes de la enfermedad. Para paliar esta situación, la naturaleza nos ofrece soluciones como el ajo o la equinácea, que actúan como inmunoreguladores, y los aceites con Omega 6 y Omega 3. Mi experiencia personal me dice que cualquier afectado de EM que ponga en práctica estos consejos sólo puede encontrar resultados que mejoren su calidad de vida.”

Como nos ha contado Pablo, las terapias naturales pueden ser complementarias a la medicina convencional, y no una amenaza. En muchos casos los remedios naturales no son excluyentes respecto a los medicamentos convencionales, sino que ambos pueden convivir en perfecta armonía.

Avaladas por investigaciones científicas independientes

Rigurosas investigaciones científicas avalan y contrastan la eficacia de las terapias naturales, como es el caso de la Cochrane Collaboration, una red mundial independiente de investigadores, profesionales médicos, pacientes y cuidadores, que en los últimos 20 años se ha dedicado a reunir y sintetizar todas las evidencias existentes sobre medicamentos y tratamientos para la salud. (10)

Esta institución ha dejado clara la eficacia de tratamientos como:

  • El hongo reishi, eficaz para los tratamientos de cáncer. El reishi (Ganoderma lucidum) tiene beneficios para el sistema inmunitario, y ayuda a los pacientes que están siguiendo un tratamiento contra el cáncer, especialmente si éste es de larga duración, ya que permitiría aumentar la resistencia y respuesta inmunitaria, sin efectos secundarios o riesgos de toxicidad. (11)
  • El astrágalo y el cordyceps, para tratar las enfermedades renales crónicas. El astrágalo (también llamado tragacanto), es una planta beneficiosa para acompañar a la diálisis (tratamientos convencionales de las enfermedades renales crónicas), ya que contribuye a reducir la excesiva cantidad de proteínas en la orina (proteinuria) al tiempo que aumenta la albúmina sérica, proteína necesaria para evitar la inflamación y enfermedades graves del hígado y el riñón.A su vez, algunos estudios han confirmado que compaginar el tratamiento médico tradicional con una preparación a base del hongo Cordyceps sinensis permitiría disminuir la creatinina sérica (señal de problemas en el riñón), además de reducir la proteinuria y aliviar posibles complicaciones derivadas de la enfermedad, como es el aumento de la hemoglobina y de la albúmina sérica. (12) (13)
  • La dieta cetogénica ayuda en el tratamiento de la epilepsia. La dieta cetogénica (rica en grasas y baja en carbohidratos) permitiría reducir la frecuencia de las crisis y ataques epilépticos. De los 427 niños y jóvenes con epilepia tratados con dieta cetogénica, se observó una significativa reducción de las crisis en un 85%, de los cuales el 55% quedó completamente libre de crisis epilépticas tras tres meses de seguimiento.La cetogénica sería una dieta especialmente interesante para las personas que tienen un tipo de epilepsia para la que no basta el tratamiento médico o que no son aptas para que se les realice una intervención quirúrgica. (14)
  • La rosa de damasco y otras plantas, para combatir la dismenorrea. Durante las menstruaciones dolorosas (dismenorrea) se producen calambres debido a la contracción del útero, que suelen tratarse con fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE) o píldoras anticonceptivas. Sin embargo, plantas como la rosa de damasco, la camomila o el eneldo han demostrado ser igual de eficaces que estos tratamientos. (15)
  • El tong-xin-luo, eficaz para la cardiopatía coronaria. La cardiopatía coronaria es la causa principal de mortalidad a nivel global. El cateterismo cardiaco para practicar angioplastia y colocación de muelles intrecoronarios (stents), se considera el tratamiento estándar de la cardiopatía coronaria para mejorar sus síntomas.Sin embargo, el inconveniente principal de esta intervención es la necesidad de repetir el procedimiento debido a la recurrencia del estrechamiento de los vasos sanguíneos del corazón. Estudios previos han indicado que la cápsula de Tong-xin-luo, un producto a base de hierbas medicinales chinas, podría ser eficaz para prevenir la recurrencia del estrechamiento de un vaso sanguíneo después de la ICP. (16)
  • El yoga, contra la epilepsia. El estrés es considerado como un importante factor precipitante de las convulsiones en los casos de epilepsia. El yoga induce a la relajación y la reducción del estrés, reportándose su efecto sobre la electroencefalografía y el sistema nervioso autónomo. En un estudio, casi la mitad de los pacientes que practicaron sahaja yoga tuvieron una reducción mayor al 50% en la frecuencia de las crisis epilépticas. El yoga cuenta también a su favor con su naturaleza no farmacológica, los mínimos efectos secundarios y su aceptación internacional. (17)

Y así podíamos continuar con miles de productos y practicas naturales, cuya eficacia ha sido demostrada científicamente contra infinidad de patologías.

¿Sabía que la coherencia cardiaca, una técnica de respiración simple, combate eficazmente los síntomas de la fibromialgia?

¿O que el cardo mariano (Sylibum marianum) protege el hígado de aquellos pacientes que reciben fármacos antidiabéticos para controlar su diabetes?

También debe saber que el Qi Gong es una gimnasia milenaria que ayuda a vencer al cáncer, y que existen aceites esenciales de aromaterapia que aumentan la calidad de vida de los pacientes hospitalarios.

Tisanas estación

La medicina tradicional y complementaria es un activo para la salud y el bienestar. Y nos ofrece remedios y soluciones que usted tiene derecho a disfrutar y que deberían poder ser prescritos por su médico de cabecera y estar cubiertos por la Seguridad Social.

Podemos seguir ignorándolos, con lo que su salud no gana nada. Y por el contrario, es la industria farmacéutica la que obtiene ingresos millonarios, ya que la imposición a los pacientes de la medicina convencional convierte a los fabricantes de fármacos en los grandes beneficiados y les blinda ante la posible llegada al mercado de productos y terapias naturales.

Está claro que nuestro sistema público de salud da la espalda a la medicina tradicional y complementaria. Pero la situación es aún más preocupante si analizamos lo que ocurre en los países de nuestro entorno. (18)

Ayúdenos con su firma a cambiar las cosas.

La historia de Thierry

Cuando tenía 15 años, mi médico me informó que tenía una escoliosis torácica derecha estructural grave. Me recomendó llevar un corsé y me sugirió la posibilidad de realizarme una fusión de la columna vertebral, una operación en la que se insertan varillas de metal al lado de la columna para evitar que la curvatura de la columna empeore.

A pesar de los ejercicios recomendados por el médico, con el tiempo me di cuenta de que mi postura estaba empeorando. Mis hombros se habían vuelto redondeados, sobre todo en el lado derecho, y empecé a experimentar dolor y espasmos agudos en la espalda.

Ya en la universidad, y ante la degeneración de la dolencia, visité a un cirujano ortopédico que me recomendó el hatha yoga. Cuando me estiré en las posturas de yoga, la sensación de adormecimiento en el lado derecho desapareció y el dolor comenzó a disolverse”. (19)

El testimonio de Thierry Abadie es posible gracias a que en Francia, nuestro país vecino, hace muchos años que terapias naturales como el yoga o la acupuntura están incluidas en las prestaciones de su sistema público sanitario.

¿Por qué en España esto no ocurre?

Que la sanidad pública francesa haya hecho un hueco a las terapias naturales dentro de su sistema sanitario no es algo aislado y extraño. Lo realmente raro es lo que ocurre en España. Y si no, basta mirar alrededor:

¿Por qué en Inglaterra, su sistema nacional de salud gasta 130 millones de libras al año en terapias naturales como Reiki, acupuntura o fitoterapia… y nuestra Seguridad Social no?

¿Por qué en Italia los terapeutas de salud natural están equiparados a los ATS y profesionales de enfermería… y en España no?

¿Por qué en Portugal existen leyes específicas de reconocimiento de las terapias no convencionales… y nosotros no las tenemos?

¿Por qué en Alemania se financian programas de investigación para promover el conocimiento de las terapias naturales… y en nuestro país no?

¿Por qué en Bélgica se reembolsa a la población parte de los gastos en terapias naturales como la acupuntura… y en España no?

¿Por qué Suiza ha aprobado en referéndum la reforma que obliga a su sistema de salud a costear tratamientos que utilicen medicina antropofósica, fitoterapia o medicina tradicional china, entre otras… y nuestro país sigue al margen?

Preguntas que, inexplicablemente, tienen como respuesta la desidia, el desconocimiento y la sumisión a la industria farmacéutica de las autoridades sanitarias españolas.

Nuestro país, como todo Estado Miembro de la OMS, tiene la obligación crucial de prevenir, velar y proteger la salud de sus habitantes.

Y si las autoridades sanitarias subestiman e ignoran la eficacia y los beneficios que la medicina tradicional y complementaria tendría dentro de nuestro sistema de salud, todos pagamos su irresponsabilidad.

Usted tiene el derecho y el deber de hacerles recapacitar.

Las historias que ha leído son el lado humano de una situación tan injusta como difícil de explicar, y que debe ser revertida. Ahora es el momento de aunar fuerzas para conseguir de una vez por todas que las terapias naturales se incorporen definitivamente a la Seguridad Social. Firme esta petición y no desaproveche esta oportunidad de conseguir una sanidad pública más completa, saludable y natural.

Le pido su firma para que entre todos consigamos que se haga caso al mandato de la OMS, a la experiencia recogida por los países de nuestro entorno y a la de tantos pacientes y profesionales que ya se están beneficiando de la riqueza de las medicinas tradicionales y complementarias.

Firme aquí la petición

Su propia historia

Esperamos que usted no tenga que permanecer ingresado en un hospital. O ser tratado de una dolencia grave. O someterse a una operación quirúrgica seria. Pero estamos convencidos de que, si llega el caso, se sentirá más seguro si además de las bondades de la sanidad pública actual, pudiera tener derecho a todas las opciones para ser tratado.

Y con la incorporación de la medicina tradicional y complementaria a nuestro sistema de salud público podría beneficiarse de:

  • Los productos, que incluyen hierbas, material y preparaciones herbarias que contienen como principios activos partes de plantas u otros materiales vegetales.
  • Las prácticas, que incluyen tratamientos de salud basados en procedimientos, tales como la acupuntura, la aromaterapia, la fitoterapia etc, y terapias manuales como el tacto terapéutico, la reflexología podal, el Qi Gong, Tai chi, yoga, y terapias físicas y mentales, como la relajación o las Flores de Bach, entre otras. Todas ellas contrastadas científicamente en base a la evidencia. (20)
  • Los profesionales que prestan servicios de medicina tradicional, complementaria y alternativa a sus pacientes.

Desde la firme convicción de que las terapias naturales y complementarias mejoran la calidad de vida de las personas, podemos garantizarle que en el caso de necesitar asistencia sanitaria, con la incorporación de la medicina tradicional y complementaria a nuestra sanidad pública todos salimos ganando.

Porque la salud es un bien común, defenderlo es cosa de todos. Por eso necesitamos su firma.

Firme aquí la petición

No somos los únicos que abogamos por la incorporación de las terapias complementarias en la sanidad pública. Muchos profesionales médicos, de enfermería, terapeutas, pacientes y miles y miles de ciudadanos lo reclaman también.

Es evidente que la medicina tradicional y complementaria debería estar incluida en nuestro sistema público de salud. Porque:

  • Es una forma de cuidar, y como tal, debe estar al alcance de todos.
  • La salud basada en soluciones naturales y alternativas no está reñida con la medicina convencional.
  • En algunos casos la medicina natural supera los resultados de los medicamentos convencionales.
  • Las terapias naturales y complementarias son también objeto de investigaciones científicas exhaustivas.
  • La OMS aboga por la convivencia de ambas medicinas en los sistemas públicos de salud.
  • Ciudadanos de muchos países de nuestro entorno ya disfrutan de las inagotables propiedades saludables que ofrecen los productos y practicas de la medicina tradicional y complementaria.
  • Su salud tiene derecho a una visión más amplia.

Está en su mano conseguir que las terapias y prácticas de la medicina tradicional y complementaria estén incluidas en el sistema de salud público junto a la medicina convencional, está en su mano.

Por favor, firme ahora esta petición. Pero no se quede ahí. Reenvíela a sus contactos y hágala circular a la mayor cantidad de gente posible.

Cuantos más seamos, más alta será nuestra voz. Y más clara llegará a los burócratas, a las autoridades sanitarias y al Gobierno. A todos aquellos que tienen en sus manos la posibilidad de que nuestra salud tenga a su alcance soluciones más eficaces, inocuas y naturales. Necesitamos miles y miles de firmas para que esa voz sea escuchada. Y esa cifra comienza con la suya.

Se encuentra usted ante una oportunidad única para poder acabar con este agravio comparativo y contribuir a mejorar la salud de nuestro sistema público sanitario. La salud de su familia, su salud.

Por una sanidad pública más completa, saludable y natural, cuento con usted para que firme la petición y para que la reenvíe a todos sus contactos. Entre todos podemos lograrlo.

Muchísimas gracias de antemano, en nombre de la salud de todos.

El Equipo de Tener S@lud

Firme aquí la petición

Fuentes

  1. I was Canada´s, Cancer Nurse, Booklet .Renne M. Caisse, sin fecha.
  2. Estrategia de la OMS sobre Medicina Tradicional 2014-2023. Organización Mundial de La Salud. 2013
  3. Art. 43 Constitución Española. 1978
  4. Barómetro Sanitario 2015. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad).
  5. Carlos González. curardiabetes.com. 2012
  6. Observatorio Terapias  Naturales, 2008. Creado por las asociaciones profesionales COFENAT (Federación Española de Terapias Naturales y No Convencionales), CONAMAD (Cooperativa nacional de Terapias Naturales) y TENACAT (Federación de asociaciones de Cataluña) y han realizado el primer estudio sobre uso y hábitos de consumos de las terapias naturales en España
  7. Sobrín, C. 2005
  8. Estrategia de la OMS sobre Medicina Tradicional 2014-2023. Organización Mundial de La Salud. 2013
  9. The Multiple Sclerosis Diet Book, written by Dr. Roy Laver Swank and Barbara Brewer Dugan.1987
  10. www.cochranelibrary.com
  11. Xingzhong Jin, Julieta Ruiz Beguerie, Daniel Man-yeun Sze y Godfrey CF Chan. Ganoderma lucidum (Reishi mushroom) for cancer treatment. Abril 2016
  12. Hong Wei Zhang, Zhi Xiu Lin, Chuanshan Xu, Connie Leung y Lai Sum Chan. Astragalus (a traditional Chinese medicine) for treating chronic kidney disease. Octubre 2014
  13. Hong Wei Zhang, Zhi Xiu Lin, Yuk Stewart Tung, Tze Hoi Kwan, Chun Keung Mok, Connie Leung, Lai Sum Chan. Cordyceps sinensis (a traditional Chinese medicine) for treating chronic kidney disease. Diciembre 2014
  14. Kirsty Martin, Cerian F Jackson, Robert G Levy y Paul N Cooper. Ketogenic diet and other dietary treatments for epilepsy. Febrero 2016
  15. Porjai Pattanittum, Naowarat Kunyanone, Julie Brown, Ussanee S Sangkomkamhang, Joanne Barnes, Vahid Seyfoddin y Jane Marjoribanks. Dietary supplements for dysmenorrhoea. Marzo 2016
  16. Mao C, Fu X, Yuan J, Yang Z, Chung V, Qin Y, Huang Y, Tam W, Kwong J, Xie W, Tang J. Cápsula de Tong-xin-luo para pacientes con cardiopatía coronaria después de la intervención coronaria percutánea. Cochrane Database of Systematic Reviews 2015
  17. Yoga para la epilepsia (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2008 Número 4. Oxford: Update Software Ltd. Disponible en: http://www.bibliotecacochrane.com. (Traducida de The Cochrane Library, 2008 Issue 3. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.
  18. Elisabeth González y Ana Isabel Quindós. La Incorporación de Terapias Naturales en los Servicios de Salud. Trabajo presentado al curso de Administración y Gestión en Cuidados de Enfermería para la obtención del Master. Escuela Universitaria de Enfermeria Santa Madrona de la Fundación “la Caixa”. 04-02-2010
  19. Romano M, Minozzi S, Bettany-Saltikov J, Zaina F, Chockalingam N, Kotwicki T, Maier-Hennes A, Negrini S. Ejercicios para la escoliosis idiopática del adolescente. Cochrane Database of Systematic Reviews 2012 Issue 10. Art. No.: CD007837. DOI:10.1002/14651858
  20. Guía de buenas prácticas basadas en la evidencia. Consell de Colegis d´Infermers i Infermers de Catalunya al CECOVA. 2015


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