La revista científica Nature acaba de publicar un artículo espeluznante sobre la implantación de órganos de cerdo en el ser humano. (1)
Hasta ahora no era posible porque el sistema inmunitario del cerdo es diferente al del ser humano y los intentos de trasplantes conllevaban “rechazos al trasplante” bastante previsibles.
Sin embargo, los genetistas han logrado modificar el sistema inmunitario de los cerdos implantando genes humanos en su ADN. Así, el sistema inmunitario de los cerdos transgénicos se ha vuelto más compatible y se ha reabierto la vía del trasplante de órganos de cerdo en el hombre.
En China ya se ha autorizado colocar en el ser humano la córnea del ojo de un cerdo.
En Estados Unidos es posible trasplantar piel de cerdo. Aunque oficialmente no está autorizado, tampoco está prohibido… Un estudio llevado a cabo por el Hospital General de Boston ha permitido identificar decenas de personas que han recurrido a este procedimiento.
La firma neozelandesa Living Cell Technologies está validando en numerosos países un sistema de implantación de partes del páncreas del cerdo en el ser humano con el fin de producir insulina. Se trata del sistema llamado Diabecell y pretende curar a los diabéticos.
El cirujano Muhammed Mohiuddin, del Instituto Nacional del Corazón de Maryland (EEUU), ha implantado un corazón de cerdo en un mono babuino y éste ha llegado a sobrevivir dos años y medio tras la operación. Una vez superados los problemas de rechazo del órgano, estima que ha quedado abierta la vía para trasladar la experiencia al ser humano.
El cirujano David Cooper, de la Universidad de Pittsburgh (EEUU), anunció en junio de 2015 que otro babuino había sobrevivido 136 días con un riñón de cerdo, genéticamente modificado también, para aceptar el trasplante y superar el rechazo al mismo.
Robin Pierson, que dirige el Laboratorio de Investigación de la Universidad de Maryland y que ha realizado decenas de operaciones de este tipo, intenta actualmente trasplantar pulmones de cerdo en babuinos. La dificultad radica en que los pulmones están formados por una fina trama de vasos sanguíneos. Eso significa que la sangre de estos monos se encuentra en contacto estrecho con las proteínas de cerdo (que constituyen los vasos sanguíneos) y hace que coagule. En la actualidad, los babuinos tan sólo sobreviven unos días y, por lo tanto, esta técnica necesita todavía más progresos antes de implantarse.
No obstante, la firma estadounidense United Therapeutics, de Maryland, ha invertido 100 millones de dólares en fabricar cerdos genéticamente modificados, que destina a producir órganos para los seres humanos. Esta empresa ha declarado que quiere llevar a cabo los primeros ensayos clínicos en 2020.
Desde el punto de vista técnico, lo que sigue bloqueando los avances es que los cerdos son portadores de numerosos virus y retrovirus, que están presentes en los órganos trasplantados y que podrían despertarse en los seres humanos con consecuencias imprevisibles.
Así pues, las autoridades sanitarias tienen dudas a la hora de dar luz verde.
Sin embargo, los experimentos con trasplantes de piel de cerdo parece que no han activado esta preocupación y, por lo tanto, es posible, y según mi opinión es de hecho probable por no decir seguro, que los primeros intentos de trasplantes de órganos de cerdo al ser humano se intenten de aquí a poco tiempo.
El procedimiento ya se conoce. Primero, se probará el experimento en un enfermo que se encuentre “en estado de último recurso”. “De todos modos, va a morir, por lo que no tiene nada que perder”, insinuarán los médicos.
Tras varios fracasos, la operación tendrá éxito. Se empezará por un órgano de trasplante “sencillo”, como el riñón.
A continuación, se pasará al corazón, el páncreas, los pulmones, las arterias, el cristalino, partes del intestino, la tráquea…
Así es como empiezan todos los experimentos médicos innovadores, que parecían impensables para las generaciones precedentes pero que luego se convierten en habituales.
Por lo tanto, basta imaginar que, de aquí a tan sólo unas décadas, las personas ancianas habrán tenido tiempo, a lo largo de su existencia, de cambiar la mayor parte de sus órganos vitales y se encontrarán formadas, esencialmente, de cerdo.
Póngase en esta situación: su hijo está en peligro de muerte, se le podría detener el corazón en cualquier momento.
El cirujano le explica que la escasez de órganos humanos es total, que no hay ningún donante para su hijo, pero que tiene una solución: se le podría implantar el corazón de un cerdo. Aunque no sea nada glamuroso, ¡podría salvarle la vida!
¿Qué padres renunciarían a esta solución? Al fin y al cabo, desde el momento en que no haga daño a nadie, ¿dónde está el problema? Todos podemos salir ganando, ¿no es cierto?
Estoy convencido de que así es como reaccionaríamos todos, incluso yo mismo, pero no estoy completamente seguro, a pesar de todo, de que la operación “no vaya a hacer daño a nadie”.
La operación va a hacer daño… al niño. Va a vivir, por supuesto, pero aceptarse a sí mismo, llegar a vivir con la idea de que lleva un corazón de cerdo latiendo bajo su pecho, eso va a ser tremendamente doloroso.
Y por no hablar de las opiniones de los demás.
Por supuesto, se van a presentar grandes soluciones para remediar el problema.
Se editarán libros para niños donde veremos a un niño “exactamente igual que los demás” e, incluso más feliz que el resto, con un órgano de cerdo.
En los colegios se introducirá en los currículos el aprendizaje de la no discriminación contra los seres humanos con órganos de cerdo.
Se contratará a psicólogos que den apoyo a las personas trasplantadas y a sus familiares para convencerles de que todo es perfectamente normal y deseable.
Hollywood rodará películas que narren historias conmovedoras en las que el héroe que salva al mundo precisamente ha sido salvado unos años antes por un trasplante de corazón de cerdo. El espectador, inconscientemente, llegará a la conclusión de que, “sin estos avances, la humanidad al completo habría desaparecido”. La idea se extenderá y todo el mundo acabará por encontrarlo normal.
Pero hay que reflexionar sobre las amplias consecuencias del progreso técnico. Hoy en día, concebimos la vida como el bien más preciado, cuyo valor absoluto no debe permitir que se interponga ante ella ningún obstáculo moral o legal.
Sin embargo, recordemos que nuestros antepasados nunca pensaron así. ¿Cuántas muertes ha habido por defender la libertad? ¿Cuántas muertes ha habido por defender la dignidad? Por último, ¿cuántas muertes ha habido por defender el elevado ideal que tenían de la humanidad?
Lo repito, si mi hijo estuviera amenazado de muerte y la única solución para salvarlo que se le planteara fuera ponerle un corazón de cerdo, estoy del todo convencido de que aceptaría. Pero en el fondo creo que es algo inhumano, en el sentido literal de la palabra, que el hombre se vea un día obligado, en nombre del progreso técnico, a tomar una decisión de este estilo.
Por último, pensar que nuestra civilización está consagrando ingentes cantidades de dinero a este tipo de investigaciones mientras no se dedica un euro a los medios naturales para conservar la salud, que por otro lado sí son esperanzadores, me parece algo verdaderamente extraño y a la vez triste.
Pero, por fortuna, gracias a usted, estimado lector, ¡no me encuentro solo!
Continúe apoyando la causa. Continúe hablando de Salud, Nutrición y Bienestar a sus allegados. Ya sabe lo importante que es.
Y usted, ¿qué haría si estuviera en sus manos la decisión de salvar la vida de un familiar mediante el trasplante de un órgano de cerdo? ¿Qué opina de los avances médicos que hacen equilibrismo en la fina línea de lo éticamente correcto? Hoy quiero invitarle a compartir su opinión sobre lo que acaba de leer con el resto de lectores de www.saludnutricionbienestar.com dejando un comentario un poco más abajo.
Fuentes:
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«Es mejor morir con DIOS que vivir sin EL»
V.M. LAKHSMI.
¿Y el respeto por la dignidad de los cerdos? ¿Y si en lugar de cerdos hablásemos de perros?
Claro, los cerdos hoy en día se crían en serie sin ninguna dignidad ni respeto. El paso para ser recambios humanos es pequeño.
Muy buen artículo, gracias.
Pienso que cuando estén estas nuevas técnicas bien estudiadas y probadas en ser humano, por qué no!
Estoy a favor pero con el tema perfectamente legislado.
Yo estoy completamente de acuerdo contigo en que los trasplantes de cerdo nos pueden provocar cierto rechazo a priori, pero yo también tengo claro que si la solución para salvar a mi hija fuera con un corazón de un cerdo, no lo dudaría ni un minuto.
Considero que no debemos rechazar ningún método, previamente testado, ya que gracias a muchas de esas novedades, hemos conseguido aumentar la calidad y la duración de la vida.
Gracias por los boletines tan interesantes siempre que recibo en mi correo y que ya tengo archivados en la correspondiente carpeta «Tener Salud».
Sigue adelante, estás haciendo una importantísima labor.
No me lo pensaría directamente aceptaría el trasplante, eso si, antes intentaría todo por medicina natural y terapias no invasivas.
Creo que la humanidad se está equivocando, sobre todo en los últimos 70 años, pretendiendo alcanzar cosas antinatura, posiblemente se consiga algún (buen) resultado, pero al final lo pagaremos, la naturaleza es sabia, y más que nos pese, Dios su creador.
Creo que una gran parte de enfermos que hay en los hospitales es debida al descuido que tienen las personas con respecto a sus hábitos alimentarios y a la mala elección de sus comportamientos. Aun así, si cualquier persona muy querida de mi entorno o no, precisara de mi aprobación para un cambio de órganos que se pudiera aprovechar del cerdo, de una vaca o fabricado de plástico o de acero inoxidable o lo que sea, no dudaría ni un segundo en autorizar el consentimiento y a poder ser, pagar su coste.
Al fin y al cabo la ciencia demuestra cada día que nuestro cuerpo es un conjunto de piezas que podemos reconstruir o reemplazar de la misma manera que un hombre puede convertirse en mujer como una mujer en hombre, para que sus sentimientos y emociones puedan vivir según se manifiestan. Que un ciego pueda llegar a ver con la córnea de un cerdo me parece maravilloso y el que crea lo contrario por un falso pudor ético o religioso, me parece una salvajada y diría, que un acto criminal.
Yo lo veo horroroso, los médicos y algunos científicos se están pasando de la ralla. Yo, si fuera para mi, no lo aceptaría… comprendo el estado de unos padres que perdieran a sus hijos.
¿Acaso sólo es ésta la solución que existe? En vez de centrarse en un cerdo, podrían centrarse en otro tema. Hoy en día todo parece estar permitido, si las cosas siguen así, acabaremos mal, nosotros y todo el planeta.
No entiendo cuál es el problema, osea ¿utilizamos los animales para comer pero no podemos usar sus órganos que tiramos a la basura para salvar vidas de personas que lo necesitan? En ambos casos es supervivencia, lo veo del todo absurdo, lo que no podemos es decir que todo avance es malo. La dignidad tiene que ver con la vida, no con la muerte, no hay ninguna dignidad en morir.
Por otra parte no entiendo los comentarios del autor, las personas con corazón de cerdo no sufrirían ninguna discriminación ya que si tu no lo dices nadie se enteraría que llevas uno, no es algo visual con el cual puedas sentirte acomplejado, la otra solución es la muerte, y yo que quieres que te diga prefiero vivir con el corazón de un cerdo trasplantado que con el corazón de un asesino o un violador, los animales no tienen maldad, quién sabe si la maldad se hereda, quién sabe si estará en esos genes, quién sabe si te transformarás.
No me ha gustado el e-letter de hoy y creo que es la primera vez que me pasa.
Mientras lo económico esté por encima del interés en la salud general, no veremos ningún avance en los recursos naturales y sus efectos benéficos como suplementos.
No me parece bien que la medicina dedique tantos esfuerzos y dinero a los trasplantes, así como a otras operaciones super-caras, cuando se deja de lado la prevención pura y simple, así como los tratamientos naturales y otros menos espectaculares.
Por otra parte este es un tratamiento que no va a estar nunca al alcance de todos por igual, lo cual me parece injusto. ¿Todo vale con tal de retrasar la muerte? ¿Porqué no se trabaja más sencillamente en aceptarla?
Excelente el artículo y los avances científicos, mejorar la calidad de vida y condiciones es prioridad, cada presupuesto tiene su destino específico, no debemos oponernos al avance y logros de la medicina actual.
Realmente eso de utilizar partes del cerdo para incrustarlos en seres humanos, parece una película de Frankestein o de los muertos vivientes. Es mejor enseñarle a la gente a conservar su salud con una dieta sana y libre de tóxicos como el alcohol, el tabaco y otras drogas. Una medicina que prevenga males en la gente, no una medicina intoxicante y que promueva la mutilación de órganos en animales y en seres humanos.
No terminamos aceptando la muerte como un hecho natural y la tecnología está haciendo la humanidad menos humana; se gastan ingentes recursos en avance tecnológico aun cuando sabemos que las diferencias entre poblaciones humanas crece indefectiblemente.
El tema es muy serio, pensaría mucho antes de dar paso, pero el dolor de perder a un ser querido me llevaría a aceptar el trasplante del órgano del cerdo siempre y cuando sabiendo que es la última posibilidad de salvar la vida. No sé si en todo momento, mirando a mi ser querido recordaría que lleva un órgano de un animal. O tal vez sí y llegaría a coger el cariño a todos los cerditos. Es muy complicado de imaginar y ojalá que nunca se cumpla.
Un saludo
Comemos y nos alimentamos de muchos animales, entre ellos el cerdo, excepto vegetarianos y otros, claro. Entre morir o vivir con algún órgano de cerdo creo que muchos estarían dispuestos a lo segundo; por lo menos dejémonos llevar por una ciencia médica, que sea deontológicamente responsable, y no simplemente comercial, como lo es mucha parte de nuestra farmacopea con la excusa de remediar nuestras enfermedades. Es cierto que no es nada fácil tomar una decisión de esta índole; de todos modos respetemos las decisiones personales.
Gracias por informarnos y tenernos al corriente de todos estos avances.
No dudaría ni un segundo en aceptar un trasplante de esa naturaleza que le salve la vida a un ser querido.
Me parece sencillamente horroroso. Sería como si la realidad superase la ficción (tan de moda hoy) y los hombres se convirtieran en mutantes de cerdo. Por otra parte recordemos que hay una serie de población en el mundo que no admite por sus creencias religiosas comer cerdo (judíos y musulmanes) y mucho menos llevar en su cuerpo órganos de ese animal, por muy simpático que nos parezca a muchos.
Creo que haría lo mismo sin pensar en las consecuencias que desde luego no comprendo.
Estimado Doctor:
Estoy totalmente de acuerdo con Ud. que se debería usar el dinero en ayudar a la gente tal como Uds. lo hacen y de lo cual yo estoy muy agradecido. Aprovecho para desearle paz, amor y cosas buenas en las fiestas que se avecinan. Desde Guadalajara, México, su servidor y admirador Enrique B.
Yo no veo en todo este asunto de trasplantes, más que negocio y más negocio, además del cruel sacrificio de animales, que nos sitúa en un eslabón muy bajo de desarrollo.
Entiendo que la calidad de vida y nuestra felicidad como seres humanos no está tan unida exclusivamente a los parámetros de la longevidad y el luchar por permanecer con vida, aún en los momentos más extremos. Hay una gran distracción mediática de lo verdaderamente gratificante, que es, en mi opinión, la esencia humana, única y llena de riquezas y matices sin fin, que por éste tipo de caminos podemos perder, si no se encuadran correctamente dentro de lo importante y que quizás por ello las generaciones futuras cada vez tengan más difícil la claridad para priorizar la inmensidad de felicidad que cómo seres humanos somos capaces de sentir y transmitir, sobrepasando la biotecnología, y poniéndole los límites necesarios.
Un saludo y enhorabuena como siempre por vuestras interesantes propuestas.
Luchar por la vida SI pero NO a qualquier precio. No podría soportar la idea de tener un órgano no humano…
Yo SI aceptaría un transplante de un órgano animal, al fin y al cabo somos una clase de animales. Otra especie similar, pero con razonamiento.
Y de poder continuar la vida, no lo dudo. Yo soy donante de órganos, y creo que todos deberían serlo.
Cuando uno se encuentra mal da lo mismo que le pongan una córnea de un muerto o de un cerdo. Hay muchos animales en la vida, que no son tan aprovechables.
Hola,
Me parece de todo punto inadmisible que el ser humano se crea por encima del bien y del mal. ¿Acaso es más importante una vida humana que una de cualquier otro animal? ¿Quién lo dice? ¿Nosotros?
Lo primero que hay que hacer es respetar, empezando por nuestro cuerpo, aprender las leyes naturales para vivir sanos y longevos y después respetar al resto de la creación. Basta ya de creer que podemos servirnos de todo a nuestro antojo, seamos más humildes y conectemos con nuestra esencia, que seguramente ni se plantearía un transplante y menos de un pobre e inocente cerdo.
Gracias
Hola, me parece escalofriante que estén haciendo experimentos para «compatibilizar» ser humano y cerdos. El afán del lucro es el único que empuja todos estos experimentos. Juegan con los sentimientos. Realmente es cosa de CERDOS!!!
Se han dado casos, en los que algunos órganos trasplantados, humanos, han derivado en un cambio de «costumbres y sentimientos» en los receptores. Entonces, si llegara a ocurrir también con los trasplantes de órganos animales ¿en qué nos transformaríamos?
Llevo un buen rato dándole vueltas al tema.
Tengo 49 años y con 25 me hice donante de órganos. Con esto quiero decir que siempre he estado a favor de lo que la ciencia puede aportar al bienestar del ser humano. Pero la idea de ser trasplantada con los órganos de un cerdo previamente modificado… no me atrae nada. Puede que si en lugar de un cerdo, se tratara de los órganos de un chimpancé, probablemente sería más fácil de aceptar. Incluso podríamos verlo como algo más «natural», teniendo en cuenta que el hombre procede del mono. Entonces, ¿el problema es sólamente el hecho de que se trate de un cerdo y no de un mono?
Dicen que la diferencia entre el cerdo y el hombre está en una pareja de cromosomas, y que somos más parecidos a ellos que a los propios monos. Así que… quizás la cuestión esté en quitarnos de la cabeza la asocicación «cerdo-basura» que se nos ha inculcado desde la infancia.
El tiempo lo dirá.
Saludos
Estoy de acuerdo con los trasplantes de los órganos de un animal si se puede salvar vidas.
De cualqier modo, estoy totalmente a favor de apoyar la investigación con la medicina natural como método de prevención de innumerables enfermedades provocadas, casi siempre, por una mala alimentación o unos malos hábitos.
Estoy segura de que se podrían eliminar el 99% de las enfermedades actuales.
Creo que también se utiliza en tratamientos dentales para sustituir hueso humano por hueso de cerdo. Es impresionante conocer estas cosas y saber que la mayoría de personas se someten a tratamientos si la más mínima conciencia, de lo que les están implantando en su organismo.
Muchas gracias por mantenernos informados.
Saludos
Pues yo creo que más que sentir que sea una degradación humana el tener que aceptar órganos de un cerdo para sobrevivir, también deberiamos plantearnos si el degradar a los cerdos, utilizandolos como insulto, criandolos y matandolos para fabricar jamón y embutidos y para más inri haciendo esto como espectaculo público, no nos lleva a un planteamiento moral terrible: si los cerdos pueden salvar vidas humanas por el gran parecido que tienen en su fisiologia con los hombres, ¿no estaremos cometiendo un asesinato, haciendo sufrir y morir indiscrimidadamente a estos animales tan parecidos a nosotros?
Lo que se está haciendo con los animales es tan horroroso que no hay palabras para describir la crueldad del ser humano.
Quizás el mayor problema de esta sociedad de la que formo parte, es no reconocer que esta vida actual es un paso en nuestro camino y que la llamada muerte no es más que un paso en nuestra evolución. Como nos ocurre habitualmente, el miedo al cambio, la falta de confianza en el siguiente paso, nos hace aferrarnos a la inmovilidad, nos apega a la vida aún dejando atrás nuestros valores.
En mi opinión, es más importante, tener una vida saludable, aprovechar nuestro tiempo en cultivar el amor, evolucionar física, mental y espiritualmente que alargar la vida de forma indigna.
Vivir es crecer, experimentar, evolucionar, amar, compartir y partir con la consciencia de estar plenos, sin inconclusos.
Un abrazo.
Mi modesta opinion, creo que si se pudieran hacer esos trasplantes con total garantia, seria algo muy importante pues hay enfermos que esperan años por un donante que lo mas habitual es de un fallecido y lo hemos aceptado cuando se podía decir que lleva el órgano de un muerto, algo que sonaba muy raro y lo aceptamos, todo es discutible, pero yo que hice trasplantes no lo veo mal.
Estoy de acuerdo que si no hay otra alternativa se use este método para conservar la vida de alguien.
Con este artículo tomé más conciencia, que tengo realmente un reemplazo de válvula aórtica efectuado hace 9 meses. Según indicaciones del cirujano, válvula biológica de (CERDO) la más indicada debido a mi situación y mi edad. 77 años.
Me gustaria recibir una opinión al respecto.
Muchas gracias.
De niño, en plan jocoso, solíamos decir «de lo que se come se cría». Se podría argüir que no difiere mucho comerse un corazón de cerdo, es decir, introducirlo en nuestro cuerpo a través de la boca, que implantarlo quirúrgicamente. Y tan repelente puede ser una vía como la otra, sobre todo para los que como yo somos vegetarianos.
Saludos cordiales
Excelente, mejor de un cerdo que de un delincuente por ejemplo. Por otro lado ¿no comemos cerdo? yo veo BIEN
En esta ocasión si siento totalmente de sus opiniones que veo basadas en considerar a los animales como seres inferiores incapaces de beneficiar a los llamados seres superiores y racionales, disiento por considerar a los animales seres muy superiores a los hombres, especialmente en su comportamiento.
Ellos no dudarían en aceptar un órgano humano, como no dudan en aceptar sangre humana y si sufren un rechazo no culpan al donante, mueren agradecidos.
Toda fobia contra los animales cuando tanto nos beneficiamos, generalmente con ilegalidad, me parece bochornosa.
Gracias por la información. Con respecto a este artículo tengo dos comentarios:
1) No estoy muy segura si en un caso extremo yo aceptaría el trasplante de un órgano de cerdo aunque me dieran razones sobre lo «saludable» que fuera este trasplante.
2) La información que nos dan sobre lo que hacen los médicos en los babuinos me parece terrible, seguimos usando a los animales como si nos pertenecieran en vez de, como bien lo señalan en su artículo, de prevenir y cuidar nuestro medio ambiente para tener una vida saludable para todos los seres vivos de nuestro planeta.
Gracias, Marcela.
Respecto a esto de los órganos de cerdo ocurre como con los alimentos transgénicos y en general con todas las injerencias humanas en eso que llamamos naturaleza: el resultado suele ser lamentable porque no sólo hay mermas tremendas en la calidad de vida derivadas del limitado conocimiento con que se intentan estos experimentos que se asumen a sabiendas, sino que nadie puede garantizar que la intervención no causará males futuros que, de haberlos sabido, nos habrían hecho rechazar de plano la misma posibilidad de estas.
Pero incluso aunque la misma humanidad no fuese fruto de la naturaleza como tal sino de otra intervención similar que podría calificarse de ingeniería genética alienígena. Es decir, que la humanidad fuera sembrada en los mundos como parte de un experimento promovido por seres más avanzados a los que bien podríamos llamar dioses, por ejemplo para conseguir seres vivos autoconscientes como somos los humanos, que por tal condición son distintos de otras formas de vida más instintivas e inconscientes (dando sustento real a aquella vieja noción mitológica de que los dioses nos crean para que les demos pábulo). Aún en esas no deja de ser nefasto verse afectado por estas modificaciones profundamente arbitrarias.
En otras palabras: puede que siempre la humanidad se preservara pese a cualquiera de estos «adelantos» que en el fondo vuelven la vida más o menos desafortunada y miserable pero ¿es preciso asumir esto por el hecho de que puede hacerse? ¿Por qué me han de obligar a ponerme el cinturón de seguridad del coche si yo no quiero? ¿Es lícito que por criterios ajenos que a fin de cuentas siempre serán arbitrarios la vida de uno se vea condicionada? Pues obviamente no.
Quizá la respuesta correcta a todos estos desafíos tecnológicos no es alinearse a favor o en contra sino simplemente tomar nuestras propias decisiones y no aceptar jamás ese discurso único que en cada época impone la propaganda de la tiranía de la hora. Es absurdo que nos dejemos condicionar por los logros y/o martirios engendrados por la tecnología y también es absurdo tratar de parar ese avance y/o degeneración. No somos dueños ni diseñadores a voluntad de nuestro destino, nunca hemos controlado nada aunque parezca que si, las cosas simplemente nos suceden, de modo que tomar decisiones es la única libertad que el humano tiene en realidad.
Lo que vale la pena, lo que tiene sentido, es que hagamos lo que nos dé la gana, no lo que crean otros que está bien o mal, porque todo lo que decidamos en función de cualquier criterio moral es arbitrario puesto que el propio criterio lo es, pero si encima es ajeno, no sólo no es nuestra decisión sino que pasa a ser imposición. Ni los gobiernos ni nadie tienen por qué imponernos nada porque ellos no nos están garantizando nada salvo el pago de impuestos.
Al final la falta de una toma personal de nuestras propias decisiones y la falta de nuestra propia fuerza está redundando en esclavitud global porque nos estamos plegando al discurso único y el dictador de ese discurso, que no es otro que la suma de todas las cegueras, no tiene soluciones mágicas, sino que como siempre ha sido y será sigue «la ley del embudo» (lo ancho para los de arriba, lo estrecho para todos los demás). No se va a solucionar ninguno de los problemas que nos han dicho que tiene el mundo ni se va a mejorar la vida de la humanidad, sólo se va a incrementar el control sobre cada uno de nosotros.
Si queremos tomar decisiones vamos a tener que ser al mismo tiempo legales y clandestinos, conocedores y apostantes, en suma: nada nuevo bajo el sol pues hemos de asumir el riesgo y la fatalidad como siempre se ha hecho, sólo que en forma mucho más complicada. En síntesis, será bueno si uno lo prefiere a sabiendas, será nefasto si nos lo imponen ya como obligación ya como mentira que se nos dice que hemos de asumir: como todo en la vida.
Optar por el cerdo. Mi marido vivió 20 años con una válvula de cerdo HACIENDO UNA VIDA NORMAL-Cuando se la cambiaron por una mecánica y tuvo que tomar anticoagulantes empezaron todas las complicaciones que años más tarde le hicieron fallecer.
No cabe duda que ante esa tesitura probablemente optara por aceptar el trasplante de un órgano de un pobre cerdo modificado genéticamente lo cual para el cerdo deja mucho que desear como calidad de vida, seguramente no habría ya un rechazo físico del órgano pero estoy convencido que si lo habría moral, pese s todo.
Un problema peliagudo que se resolverá cuando por fin se acepte la inmoralidad intrínseca que supone sacrificar un cerdo para salvar a una persona; es decir, cuando por fin se acepte que el hombre no es el centro del universo sino una partícula sin apenas relevancia. Todavía tardará bastante, pero llegará.
Los avances médicos de la ciencia académica, hoy día se basan en aquello que es un buen negocio… Cuanto más cara es la inversión en el desarrollo e implementación de una nueva terapia o protocolo para la «curación» de una enfermedad, más dinero se puede ganar…
La gran mayoría de trasplantes hoy día, serían totalmente innecesarios si se enfocara la curación y el mantenimiento de la Salud, en terapias y sistemas de curación y mantenimiento naturales… Eliminando aditivos tóxicos y transgénicos en la industria alimentaria… Educando a nuestros hijos en el verdadero y gran valor de la Salud y en su cuidado y respeto naturales…
Por otra parte, los trasplantes de órganos suponen recibir no solamente las células de otro ser, suponen recibir el campo electromagnético vital que acompaña y acompañará siempre a dicho órgano…
El campo electromagnético de un ser, determina su voluntad de acción, su Aura y por tanto sus decisiones y forma interactuar y de moverse en la Vida…
Cada órgano mueve y Transmuta una emoción específica… Y el Corazón y el intestino en concreto, poseen cada uno su sistema nervioso autónomo…
Y el Corazón Humano, en especial, guarda el programa de evolución espiritual de un Ser Humano…
No solamente somos carne y sangre…
Somos onda electromagnética única… Somos Corazón, Mente y Espíritu…
Un donante de órgano siempre es anónimo, por lo tanto si le salvara la vida a mi familiar no me lo pensaría en absoluto, y jamás le diría que es de cerdo mientras fuera un niño, así en su nueva vida todo sería normal. A los doctores que lo trataran también les diría que se refirieran al órgano como «el donante»
Estoy totalmente de acuerdo en que sería más apropiado y sin duda más humano y esperanzador el dedicar los medios económicos para investigar en el campo de la prevención.
Dejaría la decisión en manos del paciente.
¿Habría alguna diferencia en el nivel de los escrúpulos morales si el animal donante no fuera un cerdo sino, por ejemplo, un perro o un gato?
En este caso creo que no tendría demasiadas dudas. Seguiría el consejo de los médicos y autorizaría la operación que me propusieran con tal de salvar la vida de mi familiar.
Por otro lado, creo que no debería causarnos ningún trauma portar algún órgano de un cerdo si eso nos permite mejorar sensiblemente nuestra vida.
Ciertamente el hombre no debería tocar el ADN y mucho menos experimentar con embriones humanosporque no se sabe lo que puede llegar hacer así que me desconfío de toda esta clase de supuestas maravillas ya que el hombre es demasiado corrupto y ya se sabe que ama el dinero más que su propia vida.
Hola, gracias por esta reflexión, no tenía idea de estos avances. Para mí el problema no es que los humanos llevemos órganos del cerdo, me parece perfectamente digno para el humano. Lo que me parece abominable es que no se tenga en cuenta los derechos de los animales y se les siga torturando y causando dolor en los laboratorios.
Creo que aceptaría el transplante, aunque considero que este no es el camino prioritario que debe seguir la ciencia, las millonadas que se gastan, deberían destinarse a la prevención y a investigaciones que sigan una dirección eco y natural.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que expone Shiva R.
Mi curiosidad es, si la vida del órgano reenplazado de la persona es de un cerdo… ¿qué vida tendrán las células del mismo órgano? ¿Los años pasarán de la misma forma? Un cerdo no vive los mismos años que una persona. Y si escogen un perro, tampoco ¿no? Entonces, ¿cómo puede afectar esto al cuerpo de la persona a la cual le han trasplantado dicho órgano?
Esto ya sólo me quedo en lo que es palpable. Que si le añadimos la energía que conlleva el órgano, como decía Shiva R.
Lo dejo aquí… pensar en ello.
¿Dónde está el problema? Hoy por hoy, la lista de pacientes en lista de espera por un órgano para ser trasplantado depende evidentemente del órgano en cuestión pero no es la primera ni será la última persona que fallece antes de encontrar un órgano. ¿Por qué? Pues porque depende de que un potencial donante entre en muerte cerebral clínica tras un accidente o un ictus cerebral. Hay otras posibilidades, pero estas son las más frecuentes.
Entonces, si los problemas técnicos que hoy por hoy impiden trasplantar un órgano de cerdo a un humano se solucionan, ¿por qué no? Y no estoy evitando los problemas éticos, pero no creo que sean una barrera infranqueable ¿o sí?
En todo caso, si se articula un procedimiento legal que garantice que todos los factores éticos, morales y científicos cumplen con determinados y rigurosos criterios, y se garantiza hasta donde es posible en medicina la falta de riesgo de transmisión de enfermedades interespecies, el único obstáculo por mi parte sería el de mi decisión o mi rechazo a recibir un órgano de cerdo, porque evidentemente debo saber de su procedencia.
Por otro lado no es nuevo en absoluto el recibir productos de cerdo para el tratamiento de enfermedades humanas, ¿o hemos olvidado que durante década se ha suministrado insulina de cerdo para tratar la diabetes humana?
Creo que se deben exigir todas las garantías tanto en este como en cualquier otro procedimiento terapéutico que entrañe riesgos, ¿y cuál no? La toma de cualquier medicamento lo entraña y cada día aparecen nuevas terapéuticas en el tratamiento de miles de enfermedades humanas. Existen una serie de Organizaciones estatales e internacionales que, al menos en teoría velan porque cualquier nuevo tratamiento o tecnología sanitaria cumpla una serie de requisitos, evidentemente tras pasar una serie de niveles de investigación clínica muy rigurosos y exhaustivos para su aprobación. Entre ellas, la más famosa es la FDA Americana, pero también existen Agencias de Vigilancia del Medicamento en Europa y en España.
Lo que debemos evitar por otro lado es la doble moral y el fariseísmo argumental. Por supuesto que el Dr Dupuis que firma este artículo aceptaría un órgano de cerdo para salvar la vida de su hijo si estuviera en peligro de muerte. Y para sí mismo. Y yo también, lo puede asegurar.
También debería este señor tener en cuenta el peso de su opinión dada la autoridad que dimana de su puesto en esta revista de una forma seria antes de lanzarla de cualquier manera.
Esta opinión, muy respetable por otro lado, no debería inducir a un rechazo de tecnologías como el trasplante que están seriamente lastradas por la poca disponibilidad de órganos humanos en cada momento, y debe saber que esta disponibilidad va en disminución progresiva, toda vez que el número de accidentes de tráfico, gracias a Dios, a la tecnología de los automóviles y a las campañas de los estados, es cada vez menor.
Se descubrirán nuevas vías para tratar enfermedades ahora mortales, pero dudo mucho que si no es gracias a los avances tecnológicos, el trasplante deje de ser una realidad en un futuro al menos próximo.
Por tanto, mientras no seamos capaces de construir un órgano nuevo en un laboratorio, y lo conseguiremos algún día, no desechemos las posibilidades de salvar vidas, siempre que se cumplan las leyes del juego.
Atentamente
El cerdo es un animal que a nivel alimentario nos aporta muchas satisfacciones, porque todos los productos del cerdo están muy ricos y son muy apreciados por los seres humanos. Otra cosa es que el cerdo es un animal que despierta pocas simpatías porque se le asocia con suciedad y de hecho cuando quieres insultar a una persona que no actúa bien o que es poco aseado se le llama cerdo.
Entonces llevar un órgano trasplantado de cerdo puede no estar bien visto por lo menos hoy en día porque esto es muy nuevo, seguramente en el futuro será normal.
En cualquier caso ante la disyuntiva de salvar una vida humana con un órgano de cerdo, creo que la opción es clara por supuesto que sí. Todo es cuestión de mentalizarse y acostumbrarse a las nuevas alternativas.
Los adelantos científicos no podemos seguir mirándolos desde una visión moralista que siempre sera anacrónica. Entonces la mirada se debe hacer desde la óptica Ética y siempre desde la conveniencia humanista y no en función del mercado, como es lo que hasta hoy ha sido la constante. La inversión privada en ciencia siempre tendrá un trasfondo de rentabilidad
No dudaría en aceptar la alternativa ante un problema con un hijo, pero me preocupa saber en qué condiciones se tienen a esos cerdos. Si es lo que imagino, preferiria no contar siquiera con la opción.
De acuerdo con que la supervivencia individual nos ciega hasta sacrificar la dignidad humana. Y muy cierto que más nos valdría invertir en los remedios naturales ecológicos. Pero… ¿y el cerdo? ¿No hemos de preocuparnos también por lo derechos de los animales que los utilizamos como puros objetos siempre?
El corazón tiene memória y sentimiéntos el corazón humano digo, ¿cómo se pretende hacer un trasplante de cerdo? ¿Dónde quedarían esas memorias y sentimientos serían de humano o de animal? ¿Que se pretende seguir en un vehículo defectuoso pudiendo ir y volver en un vehículo nuevo?
¿No le encuentro ningún sentido pues sabiendo que la muerte no esiste que solo cambiamos de plano y tenemos la oportunidad de regresar a que seguir viviendo con dificultades haciendo sufrir a los animales?
El cerdo siempre nos ha sido muy útil. Respecto a los transplantes es una cosa muy personal. Si ahora un receptor no sabe quién es el donante ¿por qué lo han de saber los demás? Cuántos llevan válvulas en el corazón y no piensan que viven gracias a un trozo de metal. A mi ningún animal me da asco al contrario me estremecen más que muchos humanos. En Australia los cerdos son mascotas. En América y Australia no comen conejo es como comerse a una mascota.
Estoy a favor de la medicina natural y potenciar al máximo al ser humano para creer en ellas, nuestro organismo es una máquina perfecta y cuando vivimos en armonía con la naturaleza y nuestras células, somos capaces de curarnos, pero hay que cambiar nuestro estilo de vida. Y cuando llegue el momento de irnos, aceptarlo no aferraros a la vida si nuestro cuerpo físico está enfermo y no puede más, hay que irse en paz antes de vivir en continua batalla.
¿Ahora con un familiar ya dudo lo que haría? Por eso lo mejor es que los adultos decidamos y respetemos la decisión de cada uno y si es menor de edad es un gran PROBLEMA.
El donante anonimo ha decidido donar o lo han hecho sus familiares. El problema es que el cerdo o el mono no ha muerto, le han matado sin su autorización. Claro que diariamente matan a millones de animales que «nos donan» su cuerpo para alimentarnos. No nos podemos escandalizar de que mueran para salvarnos cuando mueren a millines «solo» para ser comidos.
Como varias personas han opinado antes que yo, sería más fácil promover hábitos saludables en la población, somos corazón, mente y espíritu, y no solo un cuerpo, y, claro, ¿por qué órganos de cerdos y no de otros animales? En realidad, esto me hace pensar en otro tipo de transacciones: encuentro en el supermercado almendras de Estados Unidos, pero no encuentro almendras (que son de mejor calidad, según tengo entendido) de España; se está buscando agua en Marte, pero no se busca con el mismo ahínco agua en zonas desérticas del mundo, que se sabe que está, aunque es difícil extraerla; se «inventan» alimentos, pero los que «salen» de forma natural de la tierra se dejan pudrir… ¿No hay suficientes personas que donen que tienen que buscar esa solución tan artificial? Parece que lo sencillo, lo razonable, sabe a poco.
Como ya se ha dicho más arriba, las personas no somos solo materia. El cuerpo, la materia, es el cuerpo más denso, pero no el único, también están los cuerpos energéticos (la energía es materia liberada), mental, el de la intuición y la conciencia y el espiritual. Cualquier suceso, cambio o modificación en uno de los cuerpos, afecta a los demás. La vibración de un cerdo, ser vivo al que, como tal, también hay que respetar, y el respeto comienza por la vida, no es la misma que la del ser humano, sino más densa. Podemos imaginar a partir de ahí qué puede pasar en la vida de una persona.
Hasta no hace demasiados años, las personas morían con dignidad, en sus casas, rodeados de las personas queridas. Ahora hemos alargado el momento de morir gracias a los medicamentos que prolongan la vida, aunque en muchos casos, desgraciadamente, la calidad de esta «vida añadida» deja mucho que desear; en algunos, se trata de un añadido vegetativo, un decir que vivo, pero no puedo ser, un no aceptar que ha acabado mi tiempo en este plano de la existencia.
Ciertamente, la línea divisoria entre hasta donde podemos/debemos prolongar la vida y la muerte digna es incierta. También es muy humano y comprensible el apego a la vida. quizá faltan los ingredientes de ¿para qué?, es decir, cómo utilizo el tiempo que se me da, y, ¿a qué precio?, es decir, si este tiempo compensa las consecuencias de esa decisión.
Sinceramente creo que si estuviéramos más conectados con nuestro sentir profundo, con el sentido de la vida y no nos dejáramos guiar por «los buenos consejos» de las multinacionales del negocio de la vida, sabríamos, y aceptaríamos mejor, que ha llegado el momento de dar el paso a otra forma de vida.
La muerte forma parte de la vida. Se trata de aceptarlo, aunque nos duela. No aceptaría para mí ningún transplante de un donante humano, por lo tanto menos aún de un cerdo, ya que éste sería sacrificado. Decididamente un no rotundo.
Me gustaría dejar claro que no suscribo ninguna creencia religiosa.
Y me parece muy sospechoso que se dediquen tantos recursos económicos a este tipo de investigación en lugar de dedicar esos recursos a promover los alimentos naturales y a retirar todo lo que es nocivo para la salud.
Además, pobres babuinos. Basta ya de experimentos con los animales.
Para SALVAR a un ser querido y después de haber sido muy bien probadas las consecuencias posteriores, si consentiría dicho trasplante. No obstante me dolería mucho llegar a esta situación.
Hola tod@s, yo también opino que nos equivocamos y que damos prioridad a los avances técnicos en medicina en vez de profundizar en aspectos que son obvios pero que parece que no son rentables o políticamente correctos.
Por un lado no parece interesar investigar de verdad en los motivos que nos están llevando a enfermar cada vez más: tóxicos medioambientales, ondas electromagnéticas, alimentación desequilibrada con exceso de proteínas animales hormonadas, etc…, prueba de ellos es el cáncer que avanza sin cesar a pesar de la investigación tan desarrollada, quizás se logre curar, pero a un altísimo coste personal y económico y hay una gran desconfianza de los profesionales a plantearse si algo tan sencillo como la alimentación puede influir en la curación.
Por otro lado tampoco parecen interesar a las autoridades sanitarias que las medicinas naturales y alternativas se desarrollen supongo que porque son más baratas y dan a los pacientes una autonomía y autocontrol que deja fuera la industria farmacéutica.
Por ello creo que estas líneas de investigación deberían hacerse en paralelo, no como únicas alternativas y no obstante lo dicho no me parece que sea un problema llevar un órgano de cerdo o de cualquier otro animal si te salva la vida, la insulina qucon la que nos tratan proviene del cerdo ya y nos parece tan normal, somos muy incoherentes, estamos demasiado influidos por nuestra cultura y tradición judeocristiana
Yo prefiero utilizar medios naturales y no me gustan los médicos «frankenstein» experimentando con nosotros como si fueramos conejos de indias, creo que si, hay utilizar mas a menudo la medicina natural.
Yo no tomo casi químicos y creo que muchas frutas y verduras tienen la solución a muchos problemas, hay que invertir en lo natural y empezar cuidando la naturaleza, a la cual la tenemos menospreciada.
¿De dónde viene el cerdo? ¿Cómo es posible que sus órganos sean más parecidos a los nuestros que los del mono (supuesto primo nuestro)?
Creo que hemos perdido el norte y que apenas nos planteamos nada. Creo que la realidad es mucho más amplia que sí o no, esto o aquello.
La humanidad está deshumanizada. Un niño debería ser un ser maravilloso al que hay que proteger (y no malcriar), pero tanto si es nuestro hijo como si vive a 2.000 kilómetros.
Lo mismo una flor también es un ser maravilloso con el que podemos aprender mucho de nosotros mismos con su observación, pero tanto si está en nuestro jardín como en cualquier otro lugar…
Pensando en nosotros mismos solo nos vemos nuestro ombligo. Creo que es momento de pensar en global, las soluciones tienen que ser para todos y no para unos pocos.
Espontáneamente, sin mucha reflexión primero decir que no me gusta que se altere el destino de un ser humano. Luego pienso en que depende de la edad, si es mi hijo, o es un niño o un joven con mucha vida por delante y estuviera muy probada la eficacia seguramente aceptaría.
Pero creo que todo tiene un sentido y ocurre para algo. Si es una persona mayor no estaría luchando por alargar vidas. La muerte es parte de la vida. Yo no trataría de alterar tanto el orden natural. Trabajaría la profunda aceptación, me prepararía para un buen morir. Creo que a mis 63 años respetaría lo natural y humano.
Agrego que desde pequeña me he tratado con homeopatía, que no tomo químicos, no me gusta nada que altere el sistema energético incluso antibióticos. Pero los tomo si no hay otra alternativa.
Articulo MITAD HOMBRE, MITAT CERDO 18-12-2.015
Opinión: En mi modesta opinión, la noticia me parece interesante. No obstante falta saber si esta intervención tiene éxito a largo plazo. La experiencia demostrará la longevidad y la eficiencia que puede tener el corazón de un cerdo.
Sin embargo opino que sería muchísimo mejor que se pudiera motivar a la sociedad potenciando con argumentos sólidos y claros con la idea de colaborar MAS en DONAR el corazón y otros órganos de personas sanas fallecidas. Convendría convencer a los posibles donantes (millones) con argumentos sólidos y claros y también con ayudas (a definir) a los familiares. Yo mismo soy donante. Artur.