La genética es el principal desencadenante de la gota

La gota es una enfermedad crónica que se desencadena por la acumulación de ácido úrico en el organismo, lo que puede formar pequeños cristales en las articulaciones (sobre todo del pie), inflamándolas y causando un terrible dolor. A este respecto siempre se había dicho que un exceso de carnes rojas, marisco o embutidos (alimentos ricos en purinas) era lo que provocaba esa acumulación de ácido úrico. Pero un reciente estudio parece señalar que la genética es aún más determinante⁽¹⁾.

Para dicha investigación se ha analizado la información genética de 2,6 millones de personas de todo el mundo, incluidos afectados por la gota. Y gracias a esos datos se han podido identificar algunos genes clave, como el SLC2A9 y el ABCG2, que afectan directamente a la capacidad de excreción de urato en riñones e intestinos.

Por tanto, sería la genética hereditaria la principal responsable de que algunas personas sean más propensas a acumular ácido úrico y, en consecuencia, a sufrir esta afección. Se trata así de un hallazgo que cambia la concepción que se tenía hasta ahora de la gota y, según su principal investigador, puede ayudar a que desaparezca el estigma que rodea a esta enfermedad, asociada a un estilo de vida lleno de excesos. Algo que hace que muchos afectados oculten el problema, incluso sin acudir al médico, y sufran en silencio ese intenso dolor.

Este estudio señala el papel que juega la genética en la gota, pero no cambia el hecho de que, si se es propenso a tener niveles altos de ácido úrico, comer alimentos ricos en purinas (embutidos, mariscos o carnes rojas) puede desencadenar nuevas crisis. Por ello la alimentación sigue siendo clave para prevenir -y mitigar- esas crisis. Y aquí puede conocer algunos consejos muy efectivos al respecto.