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Elimina el 100% de los sofocos y es una simple planta

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Allá por el año 2002 un gran estudio americano demostró que el tratamiento hormonal sustitutivo (THS) administrado durante la menopausia provoca cáncer. (1)

Desde entonces, al llegar a esa etapa de su vida las mujeres no se atreven a hacer nada.

Y es una verdadera pena.

No todos los tratamientos son iguales

En realidad, lo único que demostró aquella investigación (en la que además sólo participaron mujeres americanas obesas y con problemas cardíacos) es que el THS examinado en aquel estudio en concreto era peligroso.

Para más inri, el tratamiento analizado era especialmente peculiar: nada menos que una solución a base de orina de yegua preñada (el Premarin), una especie de bomba de estrógenos en absoluto adaptado a la fisiología femenina.

A nadie sorprendió, de hecho, que el estudio confirmase que provocaba un aumento de casos de cáncer de mama.

No obstante, al dar la noticia los medios de comunicación condenaron a todos los THS basándose en aquel único estudio. Y ante esa situación los especialistas salieron a protestar.

Subrayaron que la mayoría de tratamientos usados en otros países, a base de otro tipo de estrógenos y progesterona, no producen cáncer. (2)

Pero qué más da. Nadie quiso oírles. En este tiempo en el que reina la información globalizada, basta una simple noticia, concisa y clara (aunque sea falsa), para que cunda el pánico.

Lo principal es no dar a la gente la ocasión de reflexionar, pues podría ser peligroso.

En resumen, que todos los THS, incluidas las hormonas naturales bioidénticas (y por tanto exentas de todo riesgo), se estrellaron por culpa de ese estudio americano que nada tenía que ver con ellos.

Sin embargo, esta historia contó con un inesperado final feliz, y es que el asunto permitió que se pusiesen de nuevo en valor los tratamientos a base de plantas contra los desagradables síntomas de la menopausia.

Yo mismo voy a hablarle hoy del uso de la salvia contra los sofocos, que por fin han sido estudiados con algo de seriedad. Pero antes déjeme hablarle claramente de este problema y de ciertos prejuicios que lo acompañan.

Por qué no se debe subestimar el problema de los sofocos

A todos los que jamás han sufrido sofocos y creen que no se trata de un problema grave, les diría que piensan de esa forma porque nunca los han sufrido en carne propia.

Las mujeres que los sufren explican lo molesto que es sentirse enrojecer de repente, o un calor repentino, o comenzar a sudar sin razón aparente. Y que, si se encuentran en medio de una conversación, en una reunión o en una cita, la gente a su alrededor pronto empieza a preguntarse qué les ocurre.

Pronto terminan completamente empapadas en sudor, teniendo incluso que ir a cambiarse de ropa apresuradamente. Y si es de noche tanto el camisón como la ropa de cama terminan mojados y ellas temblando.

Llega un punto en que la mujer se siente casi como una olla a presión que se enciende y se apaga a placer, de la que siempre hay que estar pendiente. Porque esta terrible situación puede repetirse cada dos o tres horas.

Por eso es tan importante conocer estrategias eficaces (y mejor que mejor si son naturales) para combatir los sofocos.

La salvia, totalmente eficaz

Según un estudio científico publicado en 2011, las pacientes que tomaron un tratamiento a base de hojas frescas de salvia (Salvia officinalis) durante 8 semanas, experimentaron: (3)

  • Un 46% menos de sofocos considerados leves.
  • Un 62% menos de sofocos moderados.
  • Un 79% menos de sofocos graves.
  • Un 100% menos de sofocos muy graves.

¡Un 100%! Es decir, que los sofocos muy graves ¡habían desaparecido! Y todo gracias a la salvia. Difícilmente podría encontrar algo mejor.

Si no dispone de hojas frescas de salvia en su jardín puede comprar aceite esencial (AE), pero en este caso de esclárea (Salvia sclarea). Debe diluir unas cuantas gotas en un aceite vegetal (AV) y masajear con él el bajo vientre, o bien tomar un par de gotas en una cucharada de miel dos veces al día.

Tisanas estación

El papel del cohosh negro

Otra planta eficaz contra los sofocos es el cohosh negro o cimífuga (Actaea racemosa). Su eficacia ha sido reconocida por las autoridades alemanas (Comisión E) y por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Seguramente no encuentre esta planta en su jardín, ya que viene de América y, por lo tanto, deberá comprarla en una herboristería o en una tienda especializada.

Busque un extracto normalizado de cohosh negro en comprimidos de 20 g y tome dos cápsulas dos veces al día.

Esta solución tiene otra ventaja añadida, y es que también disminuye otros síntomas ligados en ocasiones a la menopausia, como son la ansiedad y la depresión. De hecho, cuando se utiliza contra la depresión se aconseja combinarla con hipérico o hierba de San Juan. Por el contrario, hay que evitarla en caso de enfermedad hepática.

Homeopatía contra los sofocos

No hablo con demasiada frecuencia de la homeopatía en Tener S@lud porque es una medicina muy particular, totalmente personalizada según el caso de cada paciente. Podríamos decir que es casi una contradicción en sí misma recomendar un tratamiento homeopático de forma general, para cualquiera y en casi cualquier circunstancia.

Sin embargo, en el caso de los sofocos me veo en la obligación de reseñar los increíbles resultados observados en un importante estudio centrado en los efectos de la homeopatía sobre este problema. (4)

Para su desarrollo se contó con 99 médicos homeópatas y 438 mujeres menopáusicas (de una edad media de 55 años). El 90% de las participantes señaló una disminución notable o directamente la desaparición de cualquier síntoma ¡sólo dos semanas después de iniciar el tratamiento!

Es por esa razón por la que le recomiendo visitar a un médico homeópata en caso de sufrir sofocos provocados por la menopausia, para que le prescriba el tratamiento más pertinente para su caso concreto.

Como ya he dicho, no puedo dar aquí las referencias de ningún tratamiento estándar (no existe, de hecho), pero se sabe que la mayor parte de los remedios homeopáticos utilizados en el estudio fueron Belladonna (extraído de la planta herbácea vivaz Atropa belladonna), Lachesis mutus (obtenido a partir del veneno de una serpiente de Sudamérica), Sepia officinalis (elaborado a base de tinta negra de sepia), Sulphur (con azufre como elemento base) y Sanguinaria canadensis (a base de la planta sanguinaria de Canadá).

Los sofocos también son cosa de hombres

Los hombres que siguen un tratamiento hormonal contra el cáncer de próstata pueden asimismo sufrir sofocos, y también en este caso la ciencia ha confirmado que la salvia es eficaz. (5)

Tomando por vía oral 150 mg de extracto de Salvia officinalis tres veces al día el número de sofocos de los participantes redujo casi a la mitad. En ese caso, los sofocos comenzaron a disminuir de forma significativa desde la primera semana hasta la tercera, manteniéndose estables desde ese momento.

Y el tratamiento no mostró, además, ningún efecto secundario.

¿A qué se debe la eficacia de la salvia?

Ciertos expertos explican que los potentes efectos de la salvia ante el problema de los sofocos se deben a su riqueza en fitoestrógenos (es decir, hormonas propias de las plantas). En definitiva, la salvia aportaría al cuerpo los estrógenos que éste ha dejado de producir.

Ahora bien, la cantidad de hormonas producidas y contenidas en una planta de salvia, por grande que sea, no tiene nada que ver con las que produce una mujer en plena etapa de fecundidad.

No obstante, funciona, y eso es lo que realmente importa.

Ya lo sabe: tiene a su alcance alternativas completamente naturales para deshacerse eficazmente de uno de los síntomas más molestos de la menopausia: los sofocos. ¡Y sin tener que entrar en el debate sobre la peligrosidad de los THS!

 

Fuentes:

  1. “Women’s Health Initiative (WHI)”. Project began 1991. Shari Ludlam, M.P.H. National Heart, Lung and Blood Institute.
  2. “Guía de práctica clínica menopausia -postmenopausia”. Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria y Centro Cochrane Iberoamericano. 2004.“L’étude américaine n’est pas comparable avec les THS utilisés en France”. Dr Brigitte Letombe. © Cécile Debise / L’Internaute Magazine. Le Journal des femmes. Sept. 2010.
  3. “Advances in Therapy”. (2011, jun; 28(6):490-500)
  4. M. F. Bordet, A. Colas, P. Marijnen, J. Masson, M. Trichard. “Treating hot flushes in menopausal women with homeopathic treatment-results of an observational study”. Homeopathy, Enero 2008, 97(1):10-5.
  5. “Phytotherapy Research”. (2012 Feb; 26(2):208-13).


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