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El  90% de las botellas de agua envasadas en plástico contienen micropartículas de este material

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Muchas personas optan por beber agua embotellada al considerarla más saludable que la del grifo. Sin embargo, aunque este tipo de agua es beneficiosa para el organismo, al ser rica en minerales, el problema está en el recipiente en el que se embotellan. Y es que un análisis de las aguas embotelladas de todo el mundo ha concluido que en el 90% hay trazas del plástico con el que se embotellan, con el consiguiente riesgo para la salud que ello implica (1).

Para llevar a cabo este estudio se analizaron más de 250 botellas de conocidas marcas de agua de todo el mundo. De todas ellas, sólo en el 7% el agua no estaba contaminada por culpa del plástico. En el 93% restante sí había restos de propileno, nailon y polietileno tereftalato (PET), un polímero con el que se fabrican la gran mayoría de las botellas de agua de plástico.

En las botellas analizadas había, de media, 10,4 partículas del tamaño de 0,10 milímetros, lo que ya se considera tóxico. Pero entre las partículas que eran aún más pequeñas, la cantidad presente en el agua llegaba a ser de unas 314,6 de media por cada litro de agua analizado.

La concentración de estos contaminantes es el origen de numerosos problemas de salud: infertilidad, alteraciones metabólicas o inmunitarias y el desarrollo de cánceres hormonodependientes (mama, tiroides, testículos o próstata). Y eso por no hablar del peligroso “efecto cóctel” por el que varias de esas sustancias, aunque en pequeñas cantidades y por sí solas no suponen un riesgo para la salud, al combinarse sí que son peligrosas.

Tisanas estación

Fuentes:

  1. Sherri A. Mason, Victoria Welch, Joseph Neratko: “Synthetic polymer contamination in bottled water”. State University of New York. 2018.


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